Policías agrediendo a la población
El asesinato de Melani García se pudo haber evitado porque la madre de la joven de 16 años hizo 22 llamadas a la policía sin que esta llegara antes de que el agresor, Julio Serrate González, de 24 años, se la llevara de su casa a golpes y la terminara de rematar horas después. Y es que la dictadura castrista persigue con saña a la oposición pacífica pero ignora la seguridad ciudadana y se desentiende de los asesinatos de mujeres.
Melani García
Según dijo a la publicación elTOQUE la Dra. Arlín Pérez Duarte, profesora de Derecho Penal de la Universidad de La Habana, dijo en mayo de 2021 que el feminicidio «incluye la irresponsabilidad del Estado, una abierta impunidad». Añadió que como resultado se genera «esa sensación de tolerancia, de conformismo». Sobre esa base, el Gobierno cubano ha tratado de evadir su responsabilidad y prefiere desmarcar las implicaciones políticas.
Los feminicidios en Cuba se han vuelto una pesadilla para la sociedad y una tragedia recurrente para las víctimas y sus familiares. Estos crímenes suceden porque durante más de seis décadas la dictadura ha propiciado una cultura de violencia contra quien no obedezca a la autoridad. Cero tolerancias contra el que no se subordine, al quien piense diferente hay que aplastarlo. Exactamente el patrón machista. La dictadura en Cuba es enemiga de la moderación y el respeto al que discrepe, bases de la convivencia civilizada.
En Cuba ―a diferencia de 18 países de la región― el Código Penal no contempla el concepto ni la categorización legal de «feminicidio» o «femicidio», aunque sí incluyó la violencia de género como una circunstancia agravante. Es por eso que resulta curioso que algunas notas de la prensa estatal incorporen ocasionalmente el término femicidio. elToque.
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