Mi nombre es Ana Rosa Valdés y vivo en el municipio Arroyo Naranjo, Habana. Solo quiero hablar de la inconformidad que tengo con el gobierno en mi país.
Mi hijo Carlos Michelena es uno de los que participaron en las manifestaciones del 11 de julio pasado en La Güinera. Él solamente se encontraba filmando y por hacer algo como eso la fiscalía pidió 16 años de privación de libertad.
Soy una mujer trabajadora, siempre he trabajado para esta revolución, primero en Educación y actualmente en Servicios Comunales. No entiendo por qué, por solamente filmar piden 16 años para mi hijo y que después bajen una apelación con 10 años.
Esta revolución la odio, una revolución en la cual siempre he creído, por la cual siempre he luchado, ya no creo en ella porque todo en ella es injusto.
El padre de mi hijo se está muriendo de cáncer en una cama, cuando se entere de la noticia terminará de morir.
Gracias a Dios el menor de mis hijos pudo irse de Cuba este año para Estados Unidos y gracias a él puedo llevarle a mi hijo en prisión, su jaba de comida al Combinado del Este. Como yo, muchas madres han recibido esta triste noticia.
Estoy lista, puesta y dispuesta para cualquier cosa, no me importa nada que me pueda suceder porque esta revolución es inhumana, no hay justicia.
Cuando aquí filman hasta los accidentes antes de socorrerlos, ¿cómo no van a filmar una manifestación que nunca se había visto antes?
Para colmo no tengo un familiar en el Comité Central para que me ayude, lo que me queda es hacerlo sola, hablar y gritar que esta revolución es mierda, que esto no sirve, están acabando con los jóvenes.
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