Henry Laso, El Encuyé, cantautor del “Homenaje a Huber Matos” y delegado del CID en Cienfuegos, fue emboscado por esbirros del régimen que creyeron que le darían una golpiza sin resistencia. Laso se defendió y uno de ellos resultó herido, entonces lo llevaron a la prisión de Ariza en Cienfuegos. Allí, ante la docilidad de los demás prisioneros, Henry les reclamó que Huber Matos había pasado veinte años sin doblegarse y sin miedo. Ese desafío lo convirtió en el líder de los presos que abandonaron su conducta sumisa. Lo sacaron del lugar porque lo había revuelto y lo mandaron a psiquiatría con toda la intención de llevarlo a Mazorra para destruirlo. La dictadura tendrá que pagar un precio por sus intenciones.
Artículo de La Nueva República 230-A
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