Acuerdo entre Obama y la dictadura

Un mes antes de las
elecciones del Congreso en noviembre, el índice de popularidad del presidente
Obama había bajado al 40%, el más pobre desde su llegada a la presidencia.  Por esta razón muchos candidatos del Partido
Demócrata al Senado y a la Cámara de Representantes se distanciaron
públicamente de él. Esas elecciones 
fueron un descalabro histórico para el Partido Demócrata y ambas cámaras
del Congreso quedaron en manos de los republicanos.

Según las encuestas
la mayoría de los estadounidenses no están contentos con Obama por problemas
internos y por la situación internacional. 
El terrorismo al que Obama creyó haberle dado un golpe mortal con la
muerte de Osama Bin Laden ha renacido con una voracidad y una crueldad
inaudita.  El grupo ISIS del que Obama
ser burló cuando este empezó a conocerse, hoy domina parte del territorio de
Iraq y de Siria. Vladimir Putin, el hombre que Obama trataba como a un aliado
invadió a Ucrania anexándose Crimea y apoya militar y políticamente a los
separatistas de ese país contra el gobierno de Kiev. 

En Siria la guerra
civil ha causado más de 200,000 muertos y su ex Secretaria de Estado, Hillary
Clinton, y dos de sus ex Secretarios de Defensa, Robert Gates y León Paneta,
han hecho público que Obama no quiso escuchar sus consejos sobre lo que debía
hacer en ese país. 

El periódico New
York Times aconsejó recientemente  a
Obama que un acuerdo con Raúl Castro representaría una victoria.  Obama debe haber pensado igual, por lo que él
quiso que se supiera que había estado al frente de las negociaciones.  Habló por 45 minutos con Raúl Castro elevando
la credibilidad de este vencido y desprestigiado dictador. La realidad es que
hay millones de estadounidense que no comparten su decisión y la mayoría del
Congreso de los Estados Unidos tampoco. 

En Cuba hay una
dictadura fracasada por medio siglo de abusos y errores. Raúl Castro es un
incompetente y su régimen está carcomido por la corrupción. Después de medio
siglo esta máscara de oxígeno no lo salvará. 
El pueblo merece libertad, justicia y progreso. La lucha continúa.