Durante más de medio siglo el Ministerio de Educación en Cuba, ha jugado un papel primordial en el sostenimiento y continuidad de una ideología que, a pesar de su más que demostrado fracaso, ha mantenido en pie la dictadura castrista. ¿Cómo lo ha logrado?, ¿cuáles han sido los métodos que durante tanto tiempo ha utilizado? Del adoctrinamiento en la educación cubana trato a grandes rasgos.
A fin de asegurar el control sobre la educación de niños y jóvenes el Estado cubano solo permite y considera legal la educación pública adoctrinada, basada en la ideología marxista-leninista y fidelista, por lo tanto, cualquier intento de educación privada es considerado totalmente ilegal y penado por la ley, obligando así a los padres cubanos a internar a sus hijos, quieran o no, en las escuelas controladas por el régimen.
Ya desde los primeros años en la vida de los niños comienza el proceso de adoctrinamiento por parte del trabajo político-ideológico que se lleva a cabo con los pequeños en los Círculos Infantiles o por medio del programa Educa a tu hijo, obligando a los padres a enseñar a sus hijos poesías sobre Fidel o el Ché para que estos las reciten en los matutinos políticos que se realizan cada mañana en las escuelas. Pasada esta etapa, ya en el primer grado se obliga a los pequeños a formar parte de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y a repetir cada mañana el lema: “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”; de esta manera logran que desde las edades más tempranas los niños se sientan profundamente comprometidos con la revolución y sus líderes, a quienes se atribuyen todos los supuestos logros y a quienes están obligados a agradecer siguiendo su ejemplo.
Al concluir la educación primaria, prosigue la secundaria, el pre y la universidad, donde continúa el proceso de adoctrinamiento vinculando a los jóvenes en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y a la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), organizaciones de vital importancia para el régimen, pues contribuye a formar el relevo que según dijera en muchas ocasiones Fidel Castro, está garantizado en las nuevas generaciones, intensificando así en estos años el trabajo político-ideológico. En esta etapa como en la anterior juegan un importante papel los maestros en los cuales el régimen deposita esa tarea. Incluyendo en los horarios de clases turnos de reflexión y debate donde se propinan charlas sobre política que incluyen tareas donde el alumno tiene que valorar personalidades históricas, por supuesto siempre de manera positiva, pues desde las edades más tempranas se les hace saber que son libres de decir o pensar cualquier cosa sobre los héroes de la revolución, siempre y cuando sean positivas, constituyendo la intimidación un método que se usa a la par con el adoctrinamiento y el cual les ha reportado mucho éxito al usarlos en combinación.
De esta manera la educación de la cual el régimen presume como uno de sus mayores logros en beneficio del pueblo no es más que una herramienta para lograr el control y el dominio absoluto de los cubanos.
Por Zaray Fernández
Periodista independiente y delegada del partido Cuba Independiente y Democrática (CID) en Pinar del Río.
Artículo de la Nueva República
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