Angélica Garrido Rodríguez es una joven de 41 años de edad, es casada, madre de dos adolescentes de 16 y 17 años. Sus padres tienen Demencia Senil. No tiene antecedentes penales. Padece de migraña; es asmática en grado 3 y es alérgica. Es hermana de María Cristina Garrido Rodríguez. Angélica no pertenece a partido u organización alguna. Está arrestada desde el día 12 de julio de 2021.
Cuando iba caminando por la calle con su hermana, las rodearon dos autos y tres motocicletas con agentes represivos. Agarraron violentamente a Angélica, le apretaron el cuello, le taparon la boca y la nariz para provocarle un desmayo. Recobró en instantes el conocimiento y se volvió a desmayar; la golpearon, la proyectaron contra el suelo, en ese momento sufrió el tercer desmayo. Le forzaron los dedos de su mano derecha hacia atrás hasta tocar su antebrazo, mientras la lanzaban de cabeza al interior del auto del jefe de la policía municipal.
La mantuvieron 32 días en una celda en. Allí estuvo en huelga de hambre 7 días. Al cabo de 25 días le permitieron la primera llamada telefónica y posteriormente la primera visita. La trasladaron a la Prisión de Mujeres de Occidente en el Guatao, municipio La Lisa, provincia Habana, donde permanece hasta el día de hoy. Allí la mantuvieron aislada 29 días. La colocaron en el «Destacamento 5”, el más «malo» de esa prisión, donde se encuentran recluidas personas con homicidios, violencia, etc.
En ese lugar se contagió con la COVID-19; seguidamente se enfermó de dengue; pierde el conocimiento en varias ocasiones y desvaría. La ingresan en el hospitalito de la prisión y no recibe visita médica. Sufre de crisis de asma severa sin atención médica. Angélica comenta a sus familiares que: «de ese lugar se sale libre o en una caja de tablas de madera de pino». Por este comentario se le juzga en una corte y se le amenaza.
A la familia le han dicho sobre el caso de ellas, que son culpable de Desacato, Atentado, Asociación para Delinquir y Desorden Público. Le piden 10 años de privación de libertad.
Se le negó una visita, llamadas por teléfono. Las autoridades represivas carcelarias han cometido contra ella: Requicia y ocupación de fotos y documentos personales. Trato diferencial en las visitas; haciéndose en la oficina de la jefa de la prisión o separados del resto en el área de visita. Actualmente le facilitan la visita una vez por semana.
En la marcha no hubo problemas de indisciplina social; de tal manera, que el intendente y el vicepresidente estuvieron marchando junto al pueblo tratando de aplacar la marcha o para provocar un altercado; nada pasó. Al otro día, a los manifestantes con perfil más alto fueron citados por la policía política. Con Angélica Garrido Rodríguez y su hermana María Cristina Garrido Rodríguez, hubo un despliegue policial extraordinario.
La Seguridad del Estado reconoce que el objetivo era la hermana María Cristina Garrido y no Angélica. O sea, ella fue un daño colateral del afán por callar a los opositores de cada pueblo y a la vez, atemorizar para disuadir futuras protestas. Se les fabricó el delito. Un grupo de fiscales atendió todos los casos y retocó las acusaciones.
Los datos fueron ofrecidos por el activista de Derechos Humanos Michael Valladares, cuñado de Angélica Garrido Rodríguez.
Por Jesús Silva Gala, dirigente del CID en Pinar del Río
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