Mi nombre: José Alberto Figueroa Meneses. CI 65020521113. Vecino de calle Santa Marta entre Oquendo y Franco. Centro Habana.
Les escribo pensando que tal vez puedan analizar algo de lo que ocurre en nuestro país y que el pueblo sufre a diario, mucha celebración y propaganda con el famoso 26 de Julio, pero los 26.000 problemas y necesidades que tenemos siguen ahí y en aumento cada día más.
Luego de tantas inundaciones por la penetración del mar y las intensas lluvias en la zona donde vivo, otros vecinos y yo hemos sufrido el deterioro o la pérdida de muchos de nuestros muebles y equipos electrodomésticos.
Después de los sucesos en mayo 2015, nos vendieron colchones a descuentos a todos los damnificados pero los demás artículos debimos gestionarlos por nuestra cuenta. Mi refrigerador salió dañado, pagando de mi bolsillo para transportarlo y todo lo demás al taller de Reparaciones donde me informan que hay más de 200 personas esperando en la misma situación y que el costo de esa reparación es de 1140 pesos.
Soy damnificado y solo vivo de mi pensión. Cada vez que se repite año tras año las inundaciones tengo que desembolsar de mi chequera los arreglos de los equipos electrodomésticos y todo lo demás. Aún estoy pagando al banco la mensualidad por mi refrigerador y sin saber cuándo podre enfriar mis alimentos.
Yo les pregunto: ¿Cuáles normativas o disposiciones existen para que las personas damnificadas que no disponen de altos ingresos económicos, accedan a la reparación de sus daños sin costo o con una considerable rebaja? ¿Qué pueden aclarar al respecto las autoridades de Centro Habana y de la Capital? Solo se escucha «Siempre es 26» pero nada más.
Por Aurora
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