BONIATO ES EL INFIERNO EN LA TIERRA

Carcel de Boniato

Carta de un recluso en la prisión de Boniato, Santiago de Cuba, octubre del 2022

Cuando entras en la prisión de Boniato en Santiago de Cuba, lo primero que hacen con el recluso es despojarlo del maletín y tienes que quedarte con las cosas en las manos, o un saco si traes por casualidad, o una jaba de saco. Te despojan de almohada, mosquitero, colcha, sin importar que la enfermedad del dengue está golpeado a toda Cuba. Sin importar que en tiempo de frío no dan colcha porque según ellos no alcanzan y no le pueden dar a nadie y la propia colcha tuya no te la permiten entrar para el penal aun viniendo con ella de otro penal.

El día que toca la visita no dejan pasar tabacos sin anillos con la marca, como si el anillo se fumara; el detergente tampoco lo dejan pasar, el refresco de Cola tampoco según ellos por el color. El café sí pasa, parece que el café es blanco aquí.

Nada de carne, ni fritas, sin importar el hambre que se está pasando. En esta prisión sin contar la calidad de la comida que en ocasiones el plato fuerte ha estado podrido, como un pescado hace poco, el arroz en una ocasión como cinco días seguidos vino con alambres y decían que el molino era muy viejo y soltaba esos pedazos de alambres. En dos ocasiones se le entregaron al guardia de la cocina y se puso en conocimiento de la jefatura y siguió así varios días más.

El día de la comida especial, que es como le llaman, ese día el café no aparece por ningún lado y el pollo lo pican tan chiquito que el alita es lo que le ha tocado a muchos de nosotros.

Los horarios son impredecibles para almorzar y comer, lo mismo almuerzas a las 4 de la tarde, que comes a las 9 de la noche; o te dan un arroz … a las 2 de la tarde y a las 4PM un huevo hervido pero crudo y una sopa de agua caliente sin nada en el desayuno, una tisana sin azúcar y un vasito pequeño y un pedacito de un dulce de harina de maíz que inventaron. O si no, un jugo de mermelada ácida de guayaba y una bolita de pan que no llena ni alivia el hambre de un gorrión. Esto es por arribita.

A los hipertensos les dan medicamentos cuando hay, pero es la misma comida del penal sin importar la edad del recluso, como el último que se murió que arribaba los 70 años de edad y lo tenían en un destacamento de jóvenes matándolo de hambre y comiéndose la comida del penal estando enfermo siendo hipertenso y lo tenían con dos jóvenes como forma de amenazarlo porque en los adultos reclamaba los derechos y en los jóvenes el que reclame o proteste por la comida, el recluso que está al frente de la disciplina junto a una banda que lo apoya, mandado por la Seguridad y la Jefatura, te dan una paliza que te matan y luego los guardias te dan otra paliza más. Y así se murió ese adulto llamado Manuel Cañón, sin contar los otros adultos que han muerto y sufrido parálisis e infartos cerebrales. Esto sin mencionar el maltrato verbal y físico de los guardias.

En el horario del sol tienes que salir en short y sin camisa, así el sol raje piedras, y sin nada en la cabeza, ni gorra ni pañuelo, nada; es criminal el abuso que se ve aquí. Te exigen comer en bandejas y no te dan ni detergente ni jabón para lavarlas, solo se lavan con jabón cuando viene alguna inspección y el recluso responsable pone al jabón para que la unidad quede bien y él poderse ganar un pabellón, o seguir de disciplina para comerse un poco más de sancocho y hablar un poco más por teléfono y vender para poder mantener a su mujer, porque tampoco le pagan. Es por eso que los pobres están ciegos y te matan si es necesario cuando tú reclamas un derecho o injusticia.

Así funciona la Prisión de Boniato, rodeada también por ratones de todos los tamaños que entran por la noche para los destacamentos y andan por encima de las vasijas de comer y se meten en las jabas de comida o te la rompen para comerse lo que la familia te trae, pero nadie hace nada para eliminarlos, son miles y miles de ratones. Las chinches te desangran vivo por las noches, no te dejan dormir, este es el infierno en la tierra (Boniato).

Los colchones son pedacitos del gordo de una sábana, sucios, rotos, manchados hasta de sangre, no dan sábana ni toallas. Cuando tú llegas aquí dicen que no hay. Ahora para colmo en la última inspección que vino de la Habana mandaron a pintar de blanco para acabar con la vista que ya en dos años está demosteado que todas las paredes con blanco la cal te come la vista, pues así está ahora.

Sin dejar para otro cómo salen los guardias todos los días de la cocina, con mochilas cargadas de comidas, como si fuera una feria y nadie ve nada, incluyendo los jefes, por eso es sin aceite, la tisana sin azúcar, y el plato fuerte que lo llaman fresco es más vianda que picadillo o revoltillo y nada de vianda porque la cogen para eso. En ocasiones una yuca más dura que ni los puercos quieren comerse eso.

Se necesita una imprenta para denunciar todo lo que ocurre en esta prisión y nadie se atreve a plantear cuando viene una inspección se la nacional; y a los familiares igual los amenazan.

Para concluir, cuando te toca un beneficio así te falte un mes para la condicional, te dan un año sin derecho a defenderte ni pedir explicaciones, te dicen «cállate preso» y salen con mala forma. Espero que algún día llegue la justicia a este lugar y todo salga a la luz y exista un código como el de las familias para los reclusos de Boniato que no son personas son maniquíes.