En estos momentos acaba de llegar a mi casa una madre desesperada en busca de apoyo y pidiéndome de corazón que ayude a que sus hijos no se mueran. Angela Domínguez Rodríguez, después de haber visitado hoy a sus hijos y a su sobrino en la prisión de Holguín, salió desesperada a buscar ayuda y caminando por las calles y preguntando si alguien conocía un opositor llego hasta aquí.
Me cuenta Angela que el domingo día siete recibió una llamada de uno de los reclusos que se encuentra con sus hijos y su sobrino y le dijo que desde el sábado los tres habían comenzado una huelga de hambre. Ella el lunes ocho, con mucha preocupación, se presentó en la Fiscalía Municipal y le planteó la situación al fiscal de guardia tomando este todos los datos y diciendole que enseguida iban a atender la situación.
Los hijos de Ángela son Jesús Ramón Ayala Domínguez de 17 años y con trastornos mentales y Yoandris Aguilar Domínguez de 27 años. Ellos dos, junto a su sobrino Rafael Ayala Domínguez, de 23 años, se encuentran cumpliendo privación de libertad en calidad de pendientes por el delito de posible violación con el expediente 77-2016
Hoy Ángela al no recibir noticias decidió ir hasta la prisión donde fue atendida por la jefatura del lugar y por una psicóloga que les confirmaron que los muchachos estaban en huelga de hambre y de sed y que le iban a dar una visita para que hablara con ellos. Para la sorpresa de esta madre, me cuenta que tan solo en cinco días de huelga el estado de salud de los tres es bastante débil y que cuando les pidió que dejaran la huelga, los tres le respondieron que solo si el caso era revisado nuevamente porque ellos no habían hecho nada y podían estar en libertad mientras se realizaban las investigaciones y que si no atienden a este pedido los van a sacar de allí en un ataúd
Mañana Ángela se va a dirigir a fiscalía militar a presentar la queja para que vuelvan a reiniciar las investigaciones pero además va al partido provincial a pedir de clemencia le liberen a sus hijos mientras investigan, sobre todo a Jesús, el menor, quien ha intentado quitarse la vida en otras ocasiones y tiene retraso mental. Angela le entregó un resumen de la historia clínica de Jesús al instructor policial quien hizo caso omiso de la información.
Angela pide que se haga justicia y si sus hijos son culpables que paguen por el delito pero no con su vida. Sin embargo ella está segura que sus hijos son inocentes.
Deja tu comentario