Como le roban “legalmente” un caballo a un campesino

Por |2018-01-08T11:18:29-06:0030 noviembre, 2017|CID, Defensoría del Pueblo de Cuba, Otros, Trabajo|Sin comentarios
Leocadio  Felipe  Maqueira  Fernández


Pinar del Río, 14 de noviembre de 2017.  

A: La Oficina de Atención a la Población del Poder Popular Provincial en Pinar del Río. 

De: Leocadio  Felipe  Maqueira  Fernández, carnet de identidad 72032147691, dirección: carretera  a Palenque #1268 A, Puerta de Golpe, Consolación del Sur, Pinar del Río.  Asunto: Injusticia cometida por el Centro de Control Pecuario de  la Delegación  Municipal de la Agricultura en Consolación del Sur.  

Soy un campesino de un lugar conocido como Palenque en el poblado de Puerta de Golpe perteneciente  al municipio de Consolación del Sur, provincia de Pinar del Río. Me dirijo a ustedes para plantear la difícil situación por la que estoy atravesando. Soy padre de dos hijos menores de edad, los cuales dependen de mi totalmente. Mi trabajo consiste en transportar la leche de vaca que acopian los asociados de la Cooperativa de Créditos y Servicios  26 de Julio, desde dicho lugar hasta el poblado cercano de Puerta de Golpe donde es destinada para el consumo de los niños menores de 7 años. Por tal motivo mi trabajo es de vital importancia, ya que no solo sirve de sostén a mi familia sino por su repercusión social; labor que se ha visto interrumpida desde el pasado 2 de febrero del año en curso, cuando me decomisaron el caballo que utilizaba  como animal de tiro para mi medio de trasporte. 

El pretexto utilizado  por parte de los inspectores  del Centro de Control Pecuario del Ministerio de la Agricultura en Consolación del Sur  fue: que encontraron el caballo suelto en la vía pública y sin soga, de lo que me entero cuando voy a  denunciar su robo desde el día anterior. Ellos no quisieron entender mis argumentos y me aplicaron según los inspectores lo establecido en el artículo 01, Ley 225, lo cual quedó plasmado en la Resolución No. 09/17 disponiendo que los mismos pasen a propiedad del Estado tal como establece el artículo 01, Ley 225, además de ser notificado con una multa de 500 pesos moneda nacional. 

Realicé la apelación en el tiempo establecido y el fallo no me fue favorable. Posteriormente el caballo le fue vendido a un primo del jefe de los inspectores, conocido como Noel. Considero que esto es una injusticia y algo personal, pues mi animal estaba en buenas carnes y era codiciado por muchos. Recuerdo que Agustín López, jefe de los inspectores en varias ocasiones me decía: “Guajiro, ese caballo está bueno, algún día será mío”.   

Por la Defensoria del PuebloEzequiel Pérez, Reinier Torres y Roberto Blanco Gil, Presidente del Comité Contra los Malos Tratos de Cuba Independiente y Democrática (CID


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