¡Cuando hay cristales no hay armaduras y cuando hay armaduras no hay cristales!

Mi nombre es Rosario Garcias Garcias, tengo 63 años y vivo en calle 10, # 43, % Guadalupe y San Javier, reparto Vázquez, Manzanillo, Granma. Señor director de Salud Pública Provincial, me dirijo a usted para que conozca la situación en la que me encuentro y al igual yo hay otras personas que también sé ven afectada con toda esta situación. Hace alrededor de un año fui al hospital para graduarme la vista y me dieron la receta para los espejuelos, rápidamente me dirijo a la óptica para comprar los espejuelos pero ahí es donde está el problema: ¡Cuando hay cristales no hay armaduras y cuando hay armaduras no hay cristales! Tuve que volver a graduarme de nuevo la vista porque no tuve suerte.

Ahora volví de nuevo hacer la misma operación ya que en la radio dijeron que habían sacado materiales en la óptica y en éste viaje anduve con suerte ya que habían las dos cosas pero lo más importante del caso es que después que compró mis espejuelos tengo que esperar un mes para recogerlos, no creo que sea posible tanta desdicha porque ahora cuándo los recoja al mes ya esa graduación no me sirve y tengo que volver de nuevo a graduarme la vista. Al principio recibí una gran alegría pero a la misma vez tuve una decepción muy grande.

Mi criterio es que tanto el hospital como la óptica existe un negocio y hay que tomar medidas ya que es una falta de respeto y un abuso lo que tienen con uno, jugando con la salud de nuestra vista y no les importa nada. Espero que se encuentre una solución con respecto a todo éste problema yo estoy muy afectada y necesito que se me dé una respuesta positiva.

Sin más, Rosario Garcias Garcias