¡Damas de Blanco: Una Parada por la Libertad!

El
éxodo de las Damas de Blanco en el Oriente cubano, en el sentido de
abandono, alejamiento en este mes de junio de 2013, resulta un hecho
realmente lamentable, cuando se veía a simple vista, que este movimiento
ya estaba consolidado, por su accionar sistemático, sus resultados en
la saturación de la represión del régimen, en la eficacia de múltiples
actividades, no solo la habitual,  sino con niños, jóvenes, talleres
junto a la UNPACU, además de su indiscutible valentía y sacrificios.

Creo
que más allá de las realidades o móviles que condujeron a este suceso:
por infiltración de agentes del gobierno, falta de visión, debilidades o
ambiciones personales, resolución de principios personales válidos. Sin
desconocerlos para remediarlos en lo posible, no volver a chocar, en
buen cubano con la misma piedra, crecerse en los valores personales. La
reflexión debería ir en el sentido de qué o quiénes son los más dañados
con este suceso. Creo que sin dudas, el qué es la Nación Cubana, y
quiénes su Pueblo, y ambos en doble sentido, la primera por el
resquebrajamiento de la unidad civilista, bastante lograda sobre todo en
esta zona Oriental, pues en términos específicos o generales ésta está
bastante dañada, como sabemos, por la dictadura y por otro lado, se
agravan sus miserias al demorarse un poquito más con dicho suceso, la
democracia, dado el empuje que representan las Damas para ésta.     

El
pueblo se ve afectado, igualmente también, primero porque puede ser
nuevamente manipulado por la policía política y su gobierno para
debilitar o apagar cualquier deseo de unirse a éste u otro movimiento
opuesto a él, esgrimiendo las más descarnadas razones de sus
contradicciones actuales, apoyados en zapa-comentaristas
desafortunados,  y en segundo lugar, vale recalcar, que igualmente junto
a la Nación continúa con sus indigencias. Cosa de la que no escapan los
opositores y sus familias como parte del mismo.

Mientras
todos los opositores y demás civilistas no tengamos en cuenta las
lecciones de la historia, desde las causas del fracaso de la Guerra de
los Diez Años, sin el enfoque manipulador empleado por el régimen,
asumir en lo posible la labor paciente e inteligente de Martí para
enmendar este error, además de su poder para negociar con los líderes
belicistas intransigentes del momento. Y sobre todo recordar cómo los
Castros se hicieron y mantienen su poder.

Apliquemos
también los conocimientos adquiridos en materia de Negociación y Poder,
en las cualidades del líder, en cómo tomar mejor, nuestras decisiones y
las oportunidades para delegarlas.

Si no nos centramos en los objetivos de la lucha no violenta y en la importancia del poder en número.

Si
no dejamos atrás, por otra parte, el Yo con nuestras ambiciones, que 
comparado con el objetivo supremo de la libertad, resulta en estos
momentos banal, no podremos superar éste, entre los tantos escollos que
tiene precisamente el camino de la libertad, recordando o teniendo
siempre presente que: “es mejor dejarse morir de las heridas, que
permitir que las vea el enemigo”  como refirió el Apóstol. 

Tenemos
fe en que existen muchas fortalezas en el Oriente para continuar
aportando por la soberanía, desde cualquier movimiento, organización u
otras vías, pues existen sobradas pruebas en el accionar opositor
diario, como signo de que llegó para quedarse y más.

Sean
válidas, o ténganse al menos en cuenta estas ideas como una pequeña,
pero profunda parada de reflexión por la Libertad de Cuba.

* yusmilarf@yahoo.com
Directora APLO (Agencia de Prensa Libre Oriental)