Desde el 26 de septiembre de 2020, cuando nos agredieron a ladrillazos, machetazos y con fuego dentro de nuestra casa en la calle Libertad # 307 entre Coliseo y Peralejo, Holguín, nuestra familia Miranda Leyva andamos errantes y sin hogar.
En esa fecha estuvimos tres días tirados en el portal del obispado de Holguín, plantados en huelga de hambre, allí nos reprimieron y negaron el auxilio. Luego de ser víctimas de manipulación y engaño perpetrados por chivatos ladrones de la seguridad del estado fuimos trasladados a Gibara, en donde estuvimos 9 meses hasta que intentaron matarnos los violentos grupos de respuesta rápida locales.
El 6 de enero de 2021 el infame poder popular de Holguín nos entregó un escrito asegurando “un trato justo, el cambio de nuestra casa por otra ubicada también en el centro de la ciudad de Holguín, como la nuestra, en un lugar donde nuestras vidas no peligrarían». Pero luego dijeron que no habrá cambio de casa. Y luego de varias detenciones arbitrarias violentas, incluso contra los dos niños, fuimos traídos a este albergue estatal en Ciudad Jardín, donde llevamos 3 meses; a 3 Km del centro de la ciudad de Holguín.
El 24 de este mes nos informan que el lunes 27 de septiembre de 2021 tendríamos que irnos para la calle, aun estando Tahimí muy enferma, incluso con orden de ingreso médico. Hoy suspendieron hasta nuevo aviso la orden de desalojo pero cuando se les ocurra la volverán a imponer y a nosotros no nos quedará otra alternativa que plantarnos en las vías públicas e iniciar una huelga de hambre.
La Nueva República
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Esto tiene que cambiar
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