Este Día de las Madres se convertirá en otro aún más triste, donde predominará la miseria y las carencias en mayor magnitud. El sufrimiento de nuestras madres ha sido mayor en los últimos meses. Ellas hacen tumultuosas colas en todo lo largo y ancho del país para adquirir algún “regalo”, regalo que para la mayoría será para usar en el aseo e higiene o en alimentos para la familia que es lo que más se necesita en la actualidad por ser de lo que más se carece. Las tiendas permanecen vacías en casi su totalidad. Los productos con los que son abastecidos ni tan siquiera llegan a ser colocados en los estantes, desde las mismas cajas en que los traen los están vendiendo directamente a la población. A esto se le debe agregar que la demanda es hasta más de 80 veces mayor que lo ofrecido por las administraciones gubernamentales. A solo unas horas de esta añorada fecha para celebrarla todos los cubanos con sus madres, la agonía invade y así el descontento social permanece y va en aumento. La realidad es tan triste que duele. Las madres en estos últimos meses han sido víctimas directas del sufrimiento por la ineficacia e inoperancia de la dictadura comunista en Cuba.
En medio de una pandemia donde se debe garantizar el distanciamiento, las necesidades obligan a romper reglas y hacer cualquier cosa por solucionar algunas de las tantas necesidades más básicas. El vídeo compartido por Luis Machado, un cubano de a pie demuestra los sucesos del 9 de mayo en Antilla, donde asegura que en ese momento hay alrededor de mil personas en busca de algunos productos de aseo personal y de limpieza a los que se refiere como detergente, shampoo, acondicionador, gel de baño, y pollo que sería vendido posteriormente, productos que no están en las tiendas en toda Cuba, solo son abastecidos momentáneamente y agotados al instante por la inmensa escasez y la alta demanda de la población, donde por ende la gran mayoría quedará sin poder adquirirlos.
La escasez que predomina en Cuba desde hace 61 años, es debido a la falta de libertades económicas y de producción independiente dentro de la isla; el poner a la población a depender únicamente de los “bien demostrados” incapaces suministros del Estado, como se puede corroborar en todas las tiendas a los largo y ancho del país.
CID en Antillas
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