Artemisa, 19 de diciembre de 2018. Este martes 18 Miguel Díaz Canel arremetió frente a las cámaras de televisión contra la corrupción de los inspectores. Esos mismos que están para evitar que hechos de esa naturaleza se produzcan en nuestro país. Si bien pareció firme en sus planteamientos y creo que por primera vez se le escuchó levantar el tono de voz así como que los aplausos que le dedicó la masa allí reunida, también fue un gesto de reconocimiento a la existencia en nuestro país, de este flagelo que está lastrando la economía de los cubanos. Cámbiese el modelo, désele al pueblo verdaderas libertades económicas y políticas y daremos un gran paso de avance contra todo tipo de manifestación de corrupción.
No es menos cierto que para extirpar un mal como el que pretende combatir, se necesita primero eliminar sus causas. Díaz Canel olvidó que para eso hay que elevar los salarios y hacer disminuir la inflación, recuperar una economía en estado deplorable, al menos para los cubanos de a pie y mantener una estabilidad en la producción de bienes y servicios. Además olvidó generalizar porque, no son solo los inspectores quienes están corruptos en Cuba, también lo está la Policía Nacional y otros muchos funcionarios que tienen bajo su responsabilidad la administración de los bienes de nuestro pueblo y para ser más honesto, en Cuba, debido a las circunstancias en la que nos ha sumido un modelo arcaico y desechado por ineficaz, también podemos asegurar que la gran mayoría de nuestro pueblo se ha tenido que corromper para sobrevivir, aun en contra de sus más elementales principios.
Eliminase el estado de apartheid económico contra los nacionales, aspecto este que entra en franca contradicción frente a las garantías que se les ofrece a los extranjeros, déjese de lado las verdades a media y llamémonos a ser honesto en todos los sentidos, porque en Cuba señor Díaz Canel, no son solo los inspectores sino que hay una corrupción generalizada que no se quiere reconocer públicamente y a la que nadie se enfrenta.
Por Gerardo Páez. Coordinador del CID en el Occidente de Cuba.
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