Roman Protasevich, de 26 años de edad, viajaba el domingo 23 de mayo como pasajero en un avión comercial de la línea aérea irlandesa Ryanair que volaba de Grecia a Lituania cuando el vuelo fue desviado repentinamente a Minsk, la capital bielorrusa. El avión fue forzado a aterrizar avisándole que llevaba una bomba, sin embargo el principal ejecutivo de la line aérea asegura que había agentes de la KGB de Bielorrusia en el vuelo. Por órdenes del dictador Alexander Lukashenko un avión caza Mig-29 escoltó al avión de Ryanair hasta que aterrizó, momento en que Roman Protasevich fue detenido y trasladado a prisión.
La noticia llevó a la condena internacional con algunos líderes europeos calificando la medida de «secuestro» mientras el bloque se disponía el lunes a discutir el endurecimiento de las sanciones existentes contra Bielorrusia, impuestas por la represión del dictador Alexander Lukashenko contra los manifestantes opositores el año pasado cuando a Lukashenko se le declaró como presidente por sexta vez en las disputadas elecciones de agosto que, según las figuras de la oposición, estaban amañadas. El país se vio sacudido por masivas manifestaciones antigubernamentales tras la votación que llevó a la detención de miles, de los cuales decenas recibieron penas de cárcel, según grupos de derechos humanos.
Roman Protasevich comenzó como un activista digital en su adolescencia. Fue arrestado en varias ocasiones, incluso en 2012 -con 17 años- por dirigir dos grupos anti-Lukashenko en la red social rusa, Vkontakte. Durante las protestas de agosto pasado fue cofundador de los medios digitales vía Telegram y Nexta Live que llegaron a tener hasta dos millones de subscriptores y tuvieron un papel clave en la dirección y coordinación de los manifestantes.
Fuente Aljazeera, traducido y editado por Infocid
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