El delegado del CID en Bayamo Manuel Rogelio Rey Carvajal junto a otros activistas compraron tela para confeccionar nasobucos y regalárselos al pueblo que tanto los necesita ya que el régimen los vende. Hay muchas familias que no tienen dinero para poder comprarlos. Con su propia máquina de coser la activista del CID Julia Isabel dedica el día a fabricar todos los que puede.
Los activistas llegan a las viviendas regalándolos y las familias quedan muy agradecidas. Esto si es ayuda solidaria, dar sin pedir, dar al que lo necesita. Contrasta con la solidaridad cobrada del régimen castrista que cobró más de dos millones de dólares a los dueños del crucero «MS Braemar» por descargar en Cuba a sus pasajeros y tripulación, en parte contaminada con coronavirus y trasladarlos al aeropuerto.
Información de La Nueva República
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