El esbirro le partió la cabeza y le amputó un dedo con el candado

DEFENSORIA CUBA

Informa  desde la prisón el recluso y activista del CID Ramiro Hernández Cruz: El artículo 58 de la Constitución de la Republica dice que: La integridad física del preso o detenido es inviolable.  Pero una cosa es lo que dictan las leyes y otra que se cumplan.  Menos tratándose de los presos que valen menos que un perro en la calle.  Algún día se conocerá el infierno que son las mazmorras castristas.

Tal es el caso y vivo ejemplo del reo Rolando Vega Rodríguez de 33 años de edad, natural del Reparto Alex Urquiola de la provincia de Holguín. El martes 3 de noviembre del presente año a las 4 y 25 pm, el pasillo central de la prisión provincial de Holguín, frente a la compañía 8 se llenó de sangre.      

Este recluso se encontraba en pleno reposo absoluto por orden facultativa del médico ya que unos 5 días atrás había sido intervenido quirúrgicamente por una autoagresión ocasionada en reclamo al respeto de sus derechos, (reposo que debía de estar cumpliendo en el puesto médico y no en la compañía) como estaba en estas condiciones le pidió al 1er sub oficial Misael que le permitiera que le llevaran la comida a su compañía ya que se sentía muy mal y no tenía fuerzas para ir hasta el comedor, este se opuso rotundamente sin tener en cuenta en el estado que se encontraba Rolando pero que además es una persona con trastornos psiquiátricos y que en varias ocasiones ha sido objeto de autoagresiones y de golpizas por su actuar, cuando Rolando le refiere al guardia Misael que no va a ir a comer este abre la compañía 8 lugar donde se encontraba el preso y con el mismo candado de la reja lo agrede partiéndole la cabeza y ocasionándole una herida de 6 puntos, cuando Rolando intenta agarrarse a la reja para no caer con el mismo candado le da en la mano machucándole un dedo, luego de esto remete a bastonazos hasta dejarlo en el piso, acto seguido llegan más guardias y arrastrado por el pasillo lo sacan directo al hospital.          

Fue tan brutal la golpiza que su espalda quedo amoratada de los bastonazos y las patadas, y como para mayor desgracia hoy su mano cuenta con un dedo menos ya que lo amputaron en el hospital Lenin sin ninguna opción de salvarlo, refiere Rolando que esta es la segunda golpiza que recibe de manos de Misael.                                             

Para la desgracia de Rolando ese mismo día tres fue regresado a la prisión a su misma compañía, aun sabiendo en las circunstancias en que esta no lo llevaron al puesto médico para que así pueda guardar reposo y darle los analgésicos, antibióticos y antinflamatorios que le recetó el médico que lo operó.  Al otro día loco del dolor pidió que lo llevaran al puesto médico para que le dieran algo que lo calmara y al llegar allí se encontró con el Jefe de orden interior 1er teniente Juan Carlos Reinaldo Lucas y al decirle; “Mira lo que me hizo uno de tus esbirros”- este también lo golpeo a la vista de todos los allí presente y le dijo- “esta es la recompensa por la palabra esbirro que no me gusto”.

Estas imágenes las pudo obtener la madre de Rolando gracias a una llamada telefónica de otros reclusos de la cárcel.  Así  pudo saber lo que estaba ocurriendo y tuvo tiempo para lograr verlo en el hospital mientras le amputaban el dedo a su hijo.  Nos cuenta que enseguida fue a quejarse a la fiscalía municipal y a denunciar al represor.  Allí la atendió el fiscal Zapata diciéndole que ya lo habían ido a visitar.  Para sorpresa de ella los que fueron a visitarlo fue con el objetivo de acusar a Rolando por el delito de atentado contra el 1er sub oficial Misael.

¿Qué está haciendo el jefe de la prisión Mayor Adonis Charchabal Mejías y el 2do jefe del órgano de prisiones Teniente Coronel José Montero Ricardo?  Permitiendo que se cometan abusos y atropellos contra los presos y dejando claro sus sentimientos discriminatorios. Ignorando que también son seres humanos.  Esta no es una cárcel sino una mazmorra particular para someter y destruir seres humanos.