El llamado peligroso del último verso

Por |2021-02-15T09:39:39-06:0015 febrero, 2021|Alimentación, La Nueva República, Opinión, Represión|Sin comentarios

El pueblo cubano está recuperando su valor ciudadano con un despertar de alaridos y reclamos confrontativos que presagian una peligrosa tormenta social de proporciones apocalípticas.

 

Con las nuevas medidas económicas y el elevado y creciente nivel de contagio provocado por el COV-19, y todas las inútiles estrategias para controlarlo, el régimen ha golpeado con alevosía inescrupulosa la escasa y maltrecha paciencia que le va quedando al cubano.

 

La hambruna, la incertidumbre, el aumento de la represión contra las manifestaciones de descontento y la complicidad de ciudadanos al servicio de la tiranía han encendido una llama de rebeldía que amenaza seriamente con convertirse en un furioso y enloquecido fuego incontenible.

 

La libertad de expresión ha minado el cuerpo social como el único recurso liberador de la frustración y la impotencia de un pueblo sometido y estafado, que abandona su lealtad a la esperanza que lo ha mantenido por más de 60 años en el subdesarrollo y la indigencia de una vida miserable.

 

Los pueblos, largamente sometidos por los regímenes totalitarios, no entienden de pluripartidismo ni democracia. El miedo, que los ha mantenido encadenados a sus miserias coti-dianas, encuentra alivios a su parálisis existencial en los pasadizos oscuros de la queja y el lamento a media voz.

 

Pero cuando ese recurso anestésico de lamentar y quejarse es también víctima del acecho y la penalización, entonces vivir o morir se funden en una sola identidad de pólvora y metralla y el miedo se transforma en una bala de cañón.

 

Un hombre fue arrestado recientemente por cantar el Himno Nacional…. O quizá la causa del arresto sólo haya sido el peligroso llamado del último verso: “¡A las armas, valientes, corred!

Por Ernesto Aquino

Cubano no te calles, reclama tus derechos

Esto tiene que cambiar

La Nueva República

CubaCID.com

 

 

 

 

 

 

 

Deja tu comentario