A mediados de la década del 2000 el presidente venezolano Hugo Chávez ordenó a sus lugartenientes que trabajaran con las guerrillas marxistas colombianas para inundar Estados Unidos con cocaína en los esfuerzos de su gobierno para combatir a la administración Bush y enriquecer a los participantes en el esquema. Los documentos, preparados por fiscales federales del Distrito Sur de Nueva York, esbozan por primera vez el papel de Chávez en el tráfico de drogas, quien murió de cáncer en 2013.
En 2005 Chávez convocó a un pequeño grupo de sus altos funcionarios para discutir los planes de enviar cocaína a Estados Unidos con ayuda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, dijo un participante en la reunión que, en ese momento, era un juez en la Corte Suprema de Venezuela. «Durante la reunión, Chávez instó al grupo, en sustancia y en parte, a promover sus objetivos políticos, incluyendo combatir a Estados Unidos ‘inundando’ el país con cocaína», dijo en una declaración jurada en los documentos escritos por un agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos. El ex juez de la Corte Suprema fue identificado como Eladio Aponte, quien huyó a Estados Unidos en 2012 y ha sido testigo de casos de drogas, dijo una persona familiarizada con su rol en las investigaciones.
Como parte de una alianza con las FARC, la declaración jurada dice que el gobierno de Venezuela discutió la división de los beneficios de las drogas mientras proveía a los rebeldes con armas para combatir al gobierno colombiano. Los funcionarios estadounidenses calificaron a los militares venezolanos de pandilla, llamada «Cartel de los Soles», una referencia a la insignia usada por los generales venezolanos.
La declaración jurada dice que la coordinación entre las guerrillas y el gobierno venezolano para el tráfico de cocaína fue discutida en reu-niones con el general Hugo Carvajal, exjefe de inteligencia de Chávez, actualmente asilado en Madrid, que incluyeron a Diosdado Cabello, un aliado cercano de Chávez ahora considerado como el segundo hombre más poderoso del régimen de Maduro y Tareck El Aissami, actual alto funcionario. En una reunión, el Sr. Cabello describió las rutas marítimas y terrestres del tráfico de drogas a través de Venezuela, según se indicaba en los documentos. En otro, el señor Carvajal dijo que la coordinación con los «camaradas», es decir, las FARC, iba bien.
Fuente Juan Forero y José de Córdoba, WSJ. Tradución y síntesis de LNR.
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