La noticia de que Raúl Castro ha pedido a Vladimir Putin petróleo financiado debido a problemas con el suministro de Venezuela a Cuba luce demasiado casual. Más parece una “comedia” que el resultado de una crisis que se ha ido gestando desde hace varios años. En octubre del 2000 Fidel Castro y Hugo Chávez anunciaron el Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela por medio del cual el gobierno chavista se comprometió a enviar petróleo a Cuba a cambio de “servicios” de salud, deportes y otros, que proveería la contraparte castrista. Después, se ha conocido que entre los servicios se incluían expertos en represión y en contraespionaje, etc. Desde entonces la subvención venezolana ha sido el soporte principal de la economía cubana. En diciembre de 2015 el prestigioso economista cubano Carmelo Mesa Lago en unas declaraciones al periódico El País señalaba que: “Un cuarto de la economía cubana depende de Venezuela. Si se contrajera considerablemente o desapareciese la ayuda venezolana, ello desataría la mayor crisis económico-social desde la caída del campo socialista”.
En esa misma entrevista se informa que:“Caracas suministra 105.000 barriles diarios de petróleo a precios preferenciales, lo que cubren un 60% de las necesidades de la isla. Además refina crudo venezolano en Cienfuegos, que deja un excedente que La Habana exporta al mercado mundial; y la inversión directa venezolana promedió hasta 2012 unos 1.500 millones de euros anuales y ha sido crucial”. La importancia vital de esa inversión directa se comprende cuando de acuerdo al propio gobierno castrista, según declaró en 2014 el vicepresidente Marino Murillo, Cuba «necesita de 2.000 a 2.500 millones de dólares anuales de inversión extranjera directa» para el despegue su de su economía.
Ante la disminución del envío de petróleo venezolano a Cuba y el posible corte total, el régimen castrista no tenía otra opción que negociar un arreglo con los Estados Unidos por medio del cual el turismo norteamericano supliera las divisas suficientes para que la dictadura comprara el petróleo en el mercado internacional. En diciembre de 2014 Barack Obama anunció que después de 18 meses de conversaciones secretas con el gobierno de Cuba habían decidido reanudar relaciones diplomáticas como un primer paso para la normalización de las relaciones entre ambos países. Ahora aparece esta información benevolente de los rusos considerando la venta a crédito de petróleo a su aliado en el Caribe. Los rusos no deben tener mucha preocupación porque este petróleo se pagará con dólares estadounidense y por eso han filtrado la noticia a la prensa. Además el gobierno en la Isla necesita calmar a una población exasperada que cada vez más expresa su descontento.
Pero más allá del aumento de la crisis económica actual como resultado de una eventual perdida de la subvención chavista, la situación política de Venezuela está teniendo un impacto importante en el pueblo cubano. Un considerable porcentaje de la población sabe que Fidel Castro ha sido el consejero y guía del chavismo. A ellos no escapa que el país con las reservas de hidrocarburos más grandes del planeta está en la quiebra. Que uno de los principales socios comerciales de Venezuela es los Estados Unidos y que esto no ha tenido nada que ver con el desastre venezolano sino que ha sido el resultado de tratar de imponer una economía y un sistema político como el de Cuba. Tampoco escapa a muchos cubanos, cómo la oposición venezolana ha logrado consolidarse y ganar terreno -incluso entre los ex chavistas- hasta el punto de poder contar una mayoría de votos en un referendo revocatorio.
La dictadura en Cuba podrá comprar el petróleo a los rusos y pagarlo con los dólares de los turistas de los Estados Unidos, también podrá sustituir parte de la inversión venezolana con inversión capitalista extranjera, pero de ahí al despegue económico para salir del estancamiento y evitar la continua caída en el abismo hay un largo trecho. Lo que no podrán lograr es borrar de la psiquis popular cómo el castrismo, después de llevar a Cuba a la ruina hundió a Venezuela y cómo el pueblo venezolano no perdió la fe y ha llevado contra la pared al chavismo castrista. El cubano teme al régimen, pero cada vez tiene menos miedo y los sucesos de Venezuela tendrán un peso determinante en el futuro próximo en la Isla.
Por Huber Matos Garsault
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Muy buen análisis .En definitiva es buscar nuevos pretextos al viejo problemas: el sistema económico de los hermanos Castro no funciona ni con gasolina hecha de agua!
No importa todo el petróleo del mundo, los turistas que se salgan de la isla visitando el problema es uno :El Sistema Comunista -Socialista" no trabaja en ninguna parte donde ha sido implantado.No existe la Libre Empresa= Fracaso total no le den más bueltas. Gracias
Vueltas va con V
Glasias
Mucho texto y no dice nada nuevo .. mediático como muchos otros .. nula objetividad .. solo haces perder el tiempo ..
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