Es una hipocresía que ahora el régimen castrista se haga la víctima y culpe al gobierno de los Estados Unidos por la falta de petróleo en Cuba y por otras medidas tomadas contra la mafia castrista. Raúl Castro se la daba de tener pantalones retando a los Estados Unidos en Venezuela creyendo que los americanos se iban a asustar. Ahora que los americanos le subieron la parada, Raúl y su mafia tienen miedo. Ahora que Donald Trump penaliza a las empresas que transporten el petróleo venezolano a Cuba, la pandilla castrista se esconde detrás de las carestías que esto provoca en el pueblo cubano para hacer el hipócrita y cobarde papel de víctima.
Lo que nunca debieron hacer fue mandar miles de cubanos vendidos y esbirros a Venezuela para apalancar una narco dictadura y con su complicidad robarle el petróleo a ese país. El castrismo ha ayudado a convertir a Venezuela en un antro de robo, represión y crimen que ha llevado a su pueblo a la miseria y que ha provocado la estampida de más de cuatro millones de venezolanos que siguen huyendo hacia otras naciones. Lo que nunca debieron hacer los Castro es dársela de guapetones frente a los Estados Unidos. Porque por robarle el petróleo a Venezuela para sostener su dictadura en Cuba y por retar a los Estados Unidos y a los 50 países que están contra Maduro el pueblo cubano tiene que pagar el precio.
Díaz Canalla en su Mercedes Benz, Raúl Castro en su BMW blindado y Antonio Castro el millonario hijo de Fidel Castro.
Para los cubanos que viven dentro de Cuba y piensan que el culpable de tanta miseria son los Estados Unidos no se llamen al engaño, el culpable es el sistema comunista que está diseñado para que un grupo de delincuentes sin escrúpulos se mantengan en el poder hasta que el pueblo unido decida echarlos a patadas y restaurar los valores democráticos de una verdadera sociedad.
El comunismo es una herramienta para someter a los pueblos a la esclavitud y la servidumbre. No sigan creyendo los cuentos y las justificaciones de quiénes gozan con el sudor del pueblo. La “Rovolución” es un gran negocio que la cúpula gobernante va a mantener todo el tiempo que el pueblo quiera, porque el poder lo tiene el pueblo.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta realidad? Pues simplemente expresar lo que sentimos en cada barrio, en cada momento, en cada rincón sin miedo a nada porque tenemos derecho hacerlo y no es un delito. Expresen sin miedo lo que sienten, este es el primer paso para cambiar nuestra realidad.
¡Viva Cuba libre! ¡La lucha continua! Rolando Pupo Carralero, Presidente Nacional del CID.
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Artículo de La Nueva República 253-A
Muy buen análisis de la situación: ?hasta cuando el pueblo cubano mantendrá sus ojos cerrados?
!La lucha debe continuar!