Para los manzanilleros la despedida del año y la llegada de un nuevo año son fechas en que por tradición se mezcla el deseo de las buenas cosas por venir y el haber sobrevivido el año que termina. Pero en casa de pobres la felicidad dura poco. El pueblo nunca pensó que la “gran” feria agropecuaria que tanto se esperaba y donde se creía que libremente se podría comparar lo que hubiera en verdad seria controlada por la libreta de alimentos y por los perros comunista de la policía. Era un abuso ver cómo limitaban a la gente pero sin embargo los dirigentes salían con sus bolsas abarrotadas de comidas. La feria fue otra frustración.
Además del fracaso de la feria el 31 de diciembre los consumidores de la bodega el Wama en el Nuevo Manzanillo todavía eran las 5 de la tarde y sé encontraban haciendo la cola para recoger la libreta de productos alimenticios y poder comprar la leche de los niños y las dietas dé los ancianos. Lo peor del casó es que los famosos mandados a los que tanta propaganda les han dado por la radio y la televisión no se los han depositado y la bodega está vacía. Muchas de las personas estaban contando con el arroz, el aceite y los frijoles para poder pasar un fin de año la pasaron en blanco mientras los dirigentes lo tienen todo. ¡Abajo el comunismo!
Él títere Díaz-Canel no deja de repetir en sus conferencias que él va acabar con todas las irregularidades pero en realidad lo que quieren es acabar con los reclamos del pueblo y seguirlo sometiendo como antes cuando la gente bajaba la cabeza y callaba.
Por María del Carmen Guisado Cisneros delegada del CID en Manzanillo.
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