El jueves 12 de junio y estando en la provincia de las Tunas visitando a mi familia me dirigí a un punto de venta del Estado donde se ofertan varios productos y compré dos galones de 5 litros de vino de uva para celebrar el cumpleaños de unas de mis tías. Al cruzar la calle un policía uniformado me pidió el carnet de identidad al ver que yo no era de la provincia si no del municipio de Antilla, que por la pregunta que me hizo no sabe dónde queda, trató de decomisarme el vino.
Sabiendo que cometía una violación no vaciló en decirme que me lo quitaba porque ese vino era para los ciudadanos de las Tunas no para los guajiros de Antilla. La gente puso atención a mis reclamos y comenzó a apoyarme y él ante la actitud del pueblo desistió de robarme los dos galones.
Hoy en día el MINIT recluta personas con bajo nivel de escolaridad que apenas conocen sus derechos, aquí cito dos artículo de la Declaración de los Derechos Humanos que este esbirro de castro no conoce.
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 6: Todo ser humano tiene derecho en todas partes, al reconocimiento de su personalidad.
Por Adrián Rivas Cruz, subdelegado del CID en Antillas
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