En el hospital mi padre murió en mis brazos, ningún médico quiso atenderlo

Yo, Julia Vidal Ramos, esposa del delegado del CID en Bayamo, denuncio a esta dictadura por la farsa de servicios médicos que dice brindar a la población y que proclama en el mundo como un logro. Desde que mi padre empezó a padecer de una cardiopatía y una enfermedad pulmonar tuvo que usar oxígeno y encamarse. Nunca se podían conseguir en las farmacias los medicamentos que necesitaba, nunca habían los antibióticos y las vitaminas que requería. Nunca los médicos del consultorio al que pertenecemos fueron a visitarlo. El día 15 de diciembre a la una de la madrugada mi padre se puso muy mal por lo que rápidamente tratamos de llamar a los primeros auxilios para que nos mandaran una ambulancia lo más rápido posible. Por más que llamamos nunca pudimos contactarlos ya que daba fuera de servicio. Desesperada salí a la calle con la esperanza de buscar un transporte y gracias a Dios pudimos llevarlo al hospital. Cuando llegamos corrimos con él a la sala de urgencia UCI-E pero allí nadie se preocupó por su situación. Ninguno de los médicos atendió a mi padre con la excusa de que no había guantes para examinar a los pacientes. Con el corazón destrozado y como queriendo darle vida y protegerlo de la indiferencia de los médicos abrace a mi padre hasta que le llegó la muerte. Le dije a un médico que mi padre había fallecido pero nadie se interesó ni en preguntar su nombre.

¿Cómo en este país no hay guantes e instrumentales necesarios para los pacientes? ¿Cómo es que no hay medicinas? ¿Qué clase médicos se están formando en este país que no tienen valores ni sentimientos por el prójimo? ¿Cómo es que tiene este gobierno el descaro de proclamarse una potencia médica? Aquí hay medicina nada más para los grandes jefes, no para el cubano de a pie que no puede comprar comida, ni medicinas ni recibir una atención medica humana y efectiva en los hospitales.

He perdido a mi padre y él su vida porque nadie se interesó en atenderlo ni había conque hacerlo, porque este régimen ha sembrado la indiferencia y el desprecio al mismo tiempo que reprime a la población. Basta de mentir al mundo y atiendan al pueblo que se está muriendo».