En Pinar del Río recibieron a Díaz Canel con críticas y descontento

Septiembre 13 2018. En visita a la provincia de Pinar del Rio, el títere de Miguel Díaz Canel, quien finge ser presidente de Cuba, quiso retomar las viejas mañas de sus antecesores esperando los brazos abiertos del pueblo.  Sin embargo a cada lugar que llegó fue recibido con descontento y también con  críticas. En el puerto pesquero de “La Coloma” una mujer le dijo: “Aquí la gente tiene miedo hablar, pero yo si quiero hacerlo”.

Y es que ya el pueblo de Cuba no es el mismo, ya está cansado de tantas mentiras y promesas que nunca se cumplieron. Cuentan los que estuvieron cerca de los lugares donde visitó, que el pueblo no se cansaba de realizar críticas en contra de los barrigas llenas. Por otra parte, en las pocas imágenes que presentaron por la televisión cubana, se pudo observar a simple vista la insatisfacción del pueblo trabajador.  En la fábrica de “La Conchita” una trabajadora de raza negra, en sus primeras palabras le espetó, que el salario era muy bajo, las condiciones en que trabajaban eran muy malas, la materia prima escaseaba con mucha frecuencia y que los precios de los productos de consumo estaban muy altos. Cabe decir que estas declaraciones se hicieron dentro de un escenario bien complicado, ya que cada directivo en esta fábrica junto al núcleo del partido comunista se encarga con antelación de coaccionar y decirles a los trabajadores que pueden o no decir.

En otra visita realizada al puerto pesquero de la localidad de “La Coloma” otra mujer de raza negra le volvió a decir “Aquí la gente tiene miedo hablar, pero yo si quiero hacerlo”. Aunque las cámaras solo trasmitieron las palabras del títere, la mujer solo quería decirle lo mal que estaban viviendo los pobladores de esta comunidad. La cual se encuentra bien abandonada y mucho dinero le aportan al presupuesto del estado. Ya que es una zona pesquera que se dedica a la captura de la langosta, producto bien cotizado por el turismo en Cuba.

Para el régimen la visita de Díaz Canel tuvo algo de bueno y fue medir el descontento que existe en la población. Fenómeno que es bastante lógico si vemos los resultados obtenidos después de 59 años de dictadura. Ya el pueblo no cree en cuentos de hadas y el romanticismo por los barbudos que bajaron de la Sierra Maestra ya paso de moda. Ahora quieren ver sus sueños hechos realidad y vivir una vida digna en concordancia con el respeto a sus derechos y su libertad. Están cansados del mismo discurso mentiroso y engañoso, están cansados de ver a un pequeño grupo disfrutar de todos los privilegios y ellos vivir en la más absoluta miseria. Están cansados de que sus derechos sean violados constantemente. Estan cansados de la esclavitud.

Por Rolando Pupo Carralero, Presidente Nacional del CID