En Cuba no hay comida para el pueblo ni medicina para los enfermos pero si hay dinero para gastarse millones de dólares en vender una falsa imagen de la realidad. El coro cubano “Entrevoces” viajó a España a promocionar el turismo a Cuba, un país donde se pisotean los derechos humanos todos los días. En otro revés para el régimen varios de los miembros del coro se negaron a regresar a Cuba.
Con su bienvenida a los diploesbirros castristas, quienes los invitan contribuyen a esconder los crímenes y atropellos en Cuba. Tal es el caso del alcalde José Julian Mena de Arona en Tenerife y el concejal de cultura de la misma ciudad Alberto Delgado que debían sentirse avergonzados. Ambos recibieron con elogios a la directora de “Entrevoces”, Digna Guerra, representante de la dictadura, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, un instrumento de dominación del régimen en Cuba.
Lamentablemente para ellos y para los turbios propósitos del castrismo, que no es otro que promover el turismo español a Cuba, después de terminar su gira, este tres de mayo la mitad o casi la mitad de los miembros del coro decidieron quedarse en España y no regresar a la jaula donde viven los cubanos. Esperemos que el concejal Delgado, quien habló de futuros nexos con el Instituto Cubano de la Música y el Ministerio de Cultura, tenga la decencia de no seguir el juego a la dictadura.
Para la Asociación Cultural Canarias Canta y quien la preside, Dimitri Díaz, que invitaron a esta delegación del régimen, la estampida hacia la libertad de los integrantes del coro debía ser una lección moral. Que ésta organización española, gestora de la Plataforma Iberoamericana de Movimiento Coral, la cual entre otros gobiernos tiene el apoyo del castrista debía reconsiderar un respaldo que la compromete.
La lucha continúa
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