"Es ciencia ficción", "son unos abusadores", "¡qué falta de respeto!", "¡Increíble!".

 Arte por Juan Francisco Cancio Lazo.»Un paseo por la isla de los muertos» (2012)   -Los cubanos y el eterno trauma de los carros.

 La Nueva República

Una minoría de cubanos está conmocionada porque después de más de cinco
años de haber heredado el trono, Raúl Castro ha decidido que ya no hay
que presentar una autorización del Ministerio de Transporte para
comprarle un automóvil al Estado.  Así son las cosas en Cuba, por medio
de un decreto, que es una orden, algo se convierte en autorizado o
prohibido.

La indignación se reduce a un pequeño sector de la
población porque la mayoría sabe que comprar un automóvil es un sueño
irrealizable.  No siempre fue así, antes que los hermanos Castro tomaran
el poder en Cuba el gobierno cubano no podía decidir quién compraba un
automóvil.  Lo compraba el que quería y podía y lo compraba a quien se
lo vendiera, no tenia que comprárselo al gobierno porque el Estado no
vendía automóviles, podía incluso adquirirlo en el extranjero e
importarlo.

Como en ese entonces Cuba estaba mucho más
desarrollada que ahora y que otras naciones, éramos el tercer país en
número de automóviles en Latinoamérica. Cuando en México había 11
automóviles por cada mil habitantes, 7 en Brasil, 6 en Colombia y 19 en
Argentina, en Cuba había 24 automóviles por cada mil habitantes.  Más de
medio siglo después se calcula que en Cuba hay 16 automóviles por cada
mil habitantes, en México 263, en Brasil 133, en Colombia 107 y en
Argentina 328 automóviles por cada mil habitantes*.

Esto solo es
parte de la historia, la realidad es bastante más cruel e inverosímil.
Como en Cuba no hay libre competencia, ni libertad ni derechos, es el
régimen, el que vende,  el que ha decidido los precios de los
automóviles.   Según ha informado al mundo la agencia Prensa Asociada
(PA) estos han provocado expresiones entre los  cubanos como: «Es
ciencia ficción», «son unos abusadores», «¡qué falta de respeto!»,
«¡Increíble!».

Como los trabajadores ganan el equivalente a $18
dólares mensuales, se necesitaría ahorrar el salario completo por  250
años para que un descendiente pueda pagar el precio promedio de un
automóvil nuevo, que es de 54,090 CUC según los cálculos de Emilio Morales, ex jefe de planeación estratégica de mercadotecnia en la
corporación CIMEX y ahora exiliado.  El que quiera comprar un Kia Rio
que tiene un costo en Estados Unidos de $13,600 dólares, tendría que
ahorrar todo el salario por 194 años porque en Cuba, según PA, el precio
del mismo auto es de $42,000 dólares. 

Aquí no hay  bancos que
financien la compra de automóviles, como existe en todos los países de
este continente, los cubanos tienen que pagar al contado.

Según
Morales: “La lista de precios que muestra la oferta de autos es 
irracional y está totalmente fuera de contexto. El precio promedio de
los autos puestos a la venta es de 54,090 CUC, una cifra muy superior al
precio promedio de la propiedad inmobiliaria en la isla, que es de
31,489 CUC. Una muestra inobjetable de que el monopolio estatal especula
más que el sector privado. La diferencia es de un 77.8%”.

En
conclusión, porque el tema es extenso, los precios de los autos en Cuba y
la ausencia de financiamiento demuestran el elevado nivel de
incompetencia en materia económica de Raúl Castro y cuán lejos del
pueblo y de la realidad se encuentran.  Con esos precios, ni el gobierno
que está desesperado por dinero va a tener otra cosa que pérdidas.  En
Cuba mientras no exista una democracia y se siga gobernando por decreto,
estaremos condenados al atraso, a la pobreza y a los desmanes de la
dictadura.

Nota: *Más de medio siglo después se estima que en
Cuba hay 180,000 automóviles. Según los cálculos de la agencia noticiosa
DPA/AFP): “ En Cuba, donde no se publican cifras del parque automotor,
se estima que existen unos 60.000 “almendrones” (autos americanos
anteriores a 1959), una cifra similar de autos rusos de los años 70 y
80, e igual número de coches más modernos fabricados principalmente en
Europa y Asia”

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