La VIII Cumbre de las Américas será en Lima entre el 13 y el 14 de abril. El tema del encuentro es la “gobernabilidad democrática frente a la corrupción”. Parece inexplicable que Raúl Castro haya sido invitado a esa reunión. ¿Qué hace un dictador entre demócratas discutiendo sobre la gobernabilidad democrática? Contradictoriamente, Nicolás Maduro ha sido advertido por el gobierno peruano de que no es bienvenido en el encuentro. Carlos Alberto Montaner en su artículo: “Zafarrancho de combate en la Cumbre de Lima”, se pregunta: “¿por qué se le niega el acceso a Perú al dictador Nicolás Maduro (lo que está muy bien) pero se le expide una invitación al dictador Raúl Castro (lo que está muy mal)?”.
Pero podría ser que la presencia de Raúl Castro en Lima obedezca a una posible negociación sobre Venezuela, en cuyo caso cabe aquello de para qué hablar con el mono (Maduro) cuando se puede hablar con el dueño del circo (Raúl). Esperemos: zafarrancho de combate o negociación.
No solamente llama la atención que a Maduro se le rechace y a Castro se le invite, sino que Donald Trump, adversario declarado de ambos (de Maduro y de Castro) ha anunciado que asistirá a esa cumbre. Parece que a Trump no le molesta la posibilidad de encontrarse con Raúl Castro en Lima. Sería la noticia del día y además, si Trump conversa con Raúl, como sería un encuentro casual no podría ser acusado de buscar un acercamiento con el régimen castrista. Incluso si el presidente norteamericano le da unas “trumpadas” a Raúl Castro sería la noticia del día.
También puede ser que exista una agenda secreta a tratar entre algunos dirigentes latinoamericanos y Donald Trump con Raúl Castro. Quizás le dirán que cooperar con un cambio en Venezuela es para su beneficio ya que insistir en sostener a Maduro puede traerle consecuencias negativas al régimen castrista en la Isla. Raúl Castro sabe que en Venezuela son reales las posibilidades de una explosión popular, una revuelta militar o incluso un conflicto fronterizo que se convierta en una guerra.
En otras palabras, que Venezuela puede estar perdida para el castrismo. Así que no sería descabellado que Raúl ayudara a enterrar al chavismo castrista, con Maduro y con todos los generales narcotraficantes incluidos, a cambio de una garantía para el castrismo en Cuba. Sería cambiar un fracaso posible por una victoria probable porque aun si la narco dictadura venezolana se mantiene en el poder, el castrismo en Cuba es una opción sin futuro.
Raúl Castro al igual que Kim Jong Un en Corea del Norte, está buscando alguna garantía de los Estados Unidos que permita la consolidación de un régimen post castrista manejado por los castristas de nueva generación.
Cabe también la posibilidad de que esta invitación sea una especie de despedida a Raúl Castro. Si esta es la razón, los demócratas del continente estarían dándole un espaldarazo a un enemigo de la libertad que junto a su hermano pisotearon los derechos al pueblo cubano por seis décadas y han sido claves en hundir a Venezuela en el abismo.
Además, estarían contribuyendo a darle credibilidad a la maniobra de que Raúl se retira del gobierno y abre paso a una nueva generación cuando en realidad seguirá teniendo un poder total en Cuba desde su posición como Primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, o sea la máxima figura política de paίs, como lo fue siempre el Secretario General del Partido Comunista de la URSS.
En conclusión: ¿Cuál es la razón de la posible presencia de Raúl Castro en Lima?
Por Huber Matos Garsault
Artículo de La Nueva República edicion 223 A
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