Sancti Spíritus. Se reparten huesos en diferentes casillas de la provincia espirituana. Así lo aseguraron consumidores de diferentes unidades. Estos son distribuidos por los carros del cárnico del matadero.
María Teresa Pedroso alegó: “nos recordamos en las etapas de la vida y ahora es cuando tengo que raspar huesos para decir comí carne, pues esos vienen sumamente pelados, y para colmo quitaron los rabos y lo entregaron a las casillas especializadas. Enriquecen al merolico y el resto con hambre; no sé si exista algún mecanismo para la distribución de lo que se envía, pero estos no tienen nada en rojo”.
La anciana de 75 años de edad dice añorar el tiempo de las casillas surtidas, y asegura que muchas veces no ha tenido plato fuerte y se sostiene de los cárnicos repartido por las unidades del Estado; y continuó: “de la sustancia hago mis calditos o consomé, la repartición de los huesos es inestable, a veces una vez al mes; hay que coger un cuchillo y raspar. Esta situación es abusiva”.
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