La corrupción en Cuba es la prueba irrebatible del fracaso del castrismo. Una vez reconocido que la “revolución” no fue más que la careta detrás de la que se ocultaban las ambiciones enfermizas de un sociópata, psicópata y ego maníaco como Fidel Castro, sus incondicionales no perdieron tiempo para robar todo lo que han podido. Entre ellos sus familiares más cercanos, que no han tenido la cautela de disimular la vida fastuosa conque viven dentro y fuera de Cuba. Este corto video de un policía “transportando” cemento en su carro patrullero es una triste evidencia de cuan por el suelo están los valores de quienes en lugar de proteger los activos del pueblo se dedican a saquearlos.
Deja tu comentario