La dictadura castrista es corresponsable de miles de crímenes en Venezuela

Por |2019-07-18T20:01:34-06:0018 julio, 2019|La Nueva República, Represión, Venezuela|Sin comentarios

La dictadura castrista es corresponsable junto a la narco dictadura venezolana de las miles de ejecuciones extrajudiciales señaladas en el reciente informe de la ONU y también de las ejecuciones que se han llevado a cabo durante los 20 años de régimen dictatorial en Venezuela. El informe de la ONU, hecho público el 4 de julio de 2019, señala que de enero de 2018  a mayo de 2019 han habido 6856 muertes en Venezuela, en realidad ejecuciones extrajudiciales, de las cuales el gobierno de Maduro dice que las 5287 de 2018 son consecuencia de resistencia a la autoridad.  Entre enero y mayo de 2019, 1569 ciudadanos venezolanos más perdieron la vida.  La responsabilidad de estas ejecuciones extrajudiciales es compartida entre la narco dictadura madurista y el régimen castrista que ha entrenado a las fuerzas represivas venezolanas, las apoya y las controla.

 

Antonio María Delgado de El Nuevo Herald, autor de un artículo sobre el tema, luego ampliado por Radio Martí, cita a un ex funcionario de inteligencia que aun reside en Venezuela y se mantiene en contacto con empleados del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia), según el cual, “los colectivos son todos coordinados por agentes cubanos y por gente que está vinculada con ese mundo de la izquierda”.   Los colectivos son grupos paramilitares que asesinan impunemente a quienes se oponen al régimen.

 

El testimonio del general Cristopher Figuera confirma la intervención castrista al más alto nivel.  Figuera fue el jefe de seguridad de Hugo Chávez durante diez años y luego jefe del aparato represivo del Sebin. Figuera huyó recientemente de Venezuela por su discrepancia con los abusos del régimen de Maduro, su política autoritaria, la intervención de los cubanos castristas en su país y por su participación en la fallida sublevación del 30 de abril.   En una entrevista con el periódico ABC Figuera afirmó que Maduro: “está cada vez más solo, rodeado por un círculo estrecho de unos 200 altos mandos cubanos que le dan seguridad y le mantienen en el puesto”. Según estas revelaciones, Maduro se encuentra cada vez más aislado y dependiente de los 15.000 cubanos que han sido enviados a Venezuela para labores que van desde la asistencia técnica al espionaje, incluida su guardia pretoriana de unos 15 cubanos y tiene contactos directos de forma habitual con Raúl Castro. En una entrevista con Anthony Faiola del Washington Post, Figuera afirmó que él: “y otros oficiales estaban en una reunión con Maduro cuando Raúl Castro llamó. Maduro agarró el teléfono y se fue a una esquina del cuarto para hablar con el expresidente de Cuba”. En la misma entrevista el General Figuera relató: “que se reunía con Maduro varias veces a la semana, con el gabinete”. Pero cuando solicitó una reunión privada con él este año, entendió que tenía que pasar por “Aldo”, un cubano. “Y yo dije, ‘¿ya va cómo?’. Yo soy su jefe de inteligencia y tengo que pasar por un cubano para poderme reunir con él”.

 

Hasta ahora el mundo había conocido, sin lugar a dudas, el nivel de corrupción de la jerarquía de la narco dictadura venezolana, responsable de haber robado miles de miles de millones de dólares del erario público de ese país.  Las sumas de dinero y las propiedades congeladas en el extranjero a solo algunos de los corruptos son abrumadoras.  Igual certeza existe, por las acusaciones y las evidencias que las respaldan, del involucramiento de esa misma mafia en el narcotráfico internacional.

 

Lo que no estaba establecido por una fuente internacional independiente y confiable era el impresionante y desgarrador número de ejecuciones extrajudiciales cometidos por la dictadura contra quienes consideraba sus opositores o contra quienes sospechaba de su incondicionalidad.  La tarea finalmente quedó en las manos del El alto comisionado de Naciones Unidas, responsable de los derechos humanos, que tiene rango de secretario general adjunto y responde al Secretario General de las Naciones Unidas. El cargo se creó por Declaración y Programa de Acción de Viena en 1993.  Sus conclusiones sobre los abusos y crímenes del régimen en Venezuela tienen doble valor porque la Alta Comisionada en ejercicio no es nada menos y nada más que la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, admiradora de Fidel Castro y Hugo Chávez.

 

Para parafrasear un conocido dicho popular que por humanidad y por la gravedad de los hechos sería insensible utilizar: tanto peca el que mata como el que aconseja y enseña a matar.  Nadie informado y en su sano juicio puede negar que la intervención castrista en Venezuela ha sido un factor fundamental en la destrucción de la democracia y en el régimen de terror, torturas y crímenes contra la población venezolana.  Al ser las ejecuciones judiciales de ciudadanos venezolanos el resultado de la conspiración y acción de ambas dictaduras, las naciones democráticas y el Tribunal Penal Internacional deben tomar acción ante la gravedad de esta alianza y proceder contra Raúl Castro y su mafia con la misma determinación que deben actuar contra Nicolás Maduro y sus cómplices.

 

Artículo de La Nueva República 250-B

Biblioteca de La Nueva República

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