¿Por qué ayudar ahora a un régimen anti-estadounidense que está luchando por sobrevivir?
Cualquiera que sea el impulso humanitario detrás del anuncio del lunes de la Administración Biden de que levantará algunas sanciones a Cuba, el momento no podría ser peor. La dictadura está bajo tensión y sigue siendo el aliado más cercano de Rusia en el hemisferio occidental. ¿Por qué el equipo Biden quitaría la presión a La Habana ahora?
El régimen de Cuba puede encontrarse en el estado más precario de sus 63 años en el poder. La economía se ha derrumbado y el culto a Fidel Castro como héroe está tan muerto como él. El levantamiento del 11 de julio del año pasado, cuando decenas de miles salieron a las calles y gritaron por la libertad, expuso el desprecio que los cubanos tienen por su gobierno.
Miles de manifestantes pacíficos fueron rodeados el verano pasado por paramilitares y la policía secreta, y unos 750 siguen en la cárcel. Esta semana La Habana declaró una nueva ley que penaliza las libertades básicas. Insultar a un funcionario del gobierno es ahora punible con hasta cinco años de prisión. Un cubano que se involucra con un grupo de ayuda internacional no autorizado por el Estado se puede pasar años tras las rejas.
La nueva política de la Administración Biden elimina el límite a las remesas en dólares que los estadounidenses pueden enviar a Cuba, reabre los viajes aéreos a ciudades de toda la isla y restablece los viajes de los llamados grupos educativos. El efecto práctico será suministrar al régimen, que controla todo el comercio, divisas duras para mantener su represión.
La Administración dice que quiere ayudar al pueblo cubano. Pero al igual que la administración Obama, El Grupo Biden no reconoce que la causa de la privación de la Isla es el propio régimen.
Sobre las remesas. Los dólares enviados desde Florida nunca llegan a la abuela. Son confiscados por el gobierno. Que una entidad militar o el banco central cubano se apropien del dinero es una diferencia semántica. La abuela recibe pesos sin valor que tiene que cambiar por mercancía marcada en tiendas del gobierno. Los viajes en grupo a la Isla están estrechamente controlados para entregar propaganda y obtener ingresos para los militares.
La nueva política permite el financiamiento estadounidense para empresarios cubanos «independientes», pero no existe tal cosa. La realidad no detiene a al Grupo Biden, que el 10 de mayo emitió una licencia -de la Oficina de Control de Activos Extranjeros- autorizando a una compañía estadounidense a invertir y proporcionar financiamiento a una compañía cubana.
La licencia probablemente viola la Ley de Libertad y Solidaridad Democrática de Cuba de 1996, que prohíbe la extensión de crédito a Cuba. La urgencia de la Casa Blanca por rescatar La Habana está madura para cuestionamientos en el el Congreso.
Por El Consejo Editorial del Wall ST. JOURNAL 19 de mayo de 2022 6:29 pm ET
La Nueva República
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