Luego de mucho meditar sobre la desaparición del tirano, he llegado a la conclusión de que la muerte de Fidel Castro no es suficiente castigo. He leído los escritos de los hermanos del CID y de otros movimientos y he visto la alegría callada del pueblo y la certeza que sienten de que se han liberado de un personaje malvado y brutal, pero esto no debe terminar así.
Yo soy un opositor por los derechos humanos y seguiré en la lucha por la libertad de todos los cubanos hasta que nuestro país sea libre, pero morir no es el final que merecía un sujeto que ha hecho sufrir a este pueblo por más de 50 años. Castro debe ser enjuiciado y condenado por todos los crímenes, detenciones, maltratos y humillaciones que cometió, como los asesinatos de Oswaldo Payá Sardiñas, Laura Pollán, Orlando Zapata y muchos cubanos más.
Castro traicionó a la revolución y a hombres como el Comandante Huber Matos Benítez, que arriesgó muchas veces su vida por lograr la victoria y al final fue acusado por denunciar que la revolución estaba tomando el camino de una dictadura comunista. Matos fue encarcelado durante 20 años y separado de su familia por todo ese tiempo.
Castro también fue responsable de un exilio que dividió a miles de familias y es igualmente culpable de las vidas perdidas en el mar de miles de cubanos que huyeron de Cuba buscando la libertad y las oportunidades que les negaban aquí.
Ni aún después de muerto su legado siniestro deja tranquilo a los cubanos. Antes de ayer, 26 de noviembre, fueron amenazados varios hermanos del CID en Holguín y en todo el país. Los esbirros irrumpieron en las viviendas para tratar de callarnos e inmovilizarnos.
Dos represores de la inseguridad del estado llegaron a mi casa y amenazaron a mi esposa Yaritza Marrero Naranjo, que es doctora y trabaja en esta país por un sueldo miserable, la amenazaron frente a nuestro hijo de siete años de edad, ordenándole «lleva a ese muchacho para el cuarto» y el niño al ver tanta agresividad se sujetó a su madre. Continuaron las amenazas diciéndole, entre otras cosas: «dile a tu marido que si nada más hay una movilización de esa gente del CID o los incita para cualquier reunión, lo vamos a desaparecer y hasta a ti te vamos a llevar «.
Yo estoy seguro que Fidel Castro será juzgado por todos los héroes que han caído en esta lucha por la democracia y también que la sentencia final la dará Huber Matos, el verdadero Comandante de la Libertad y de la Revolución Cubana.
¡La Lucha continúa! ¡Huber Matos Vive!
Por Pedro Pablo Celestrín Reina Delegado del municipio Holguín y Coordinador de la Defensoría del Pueblo del oriente cubano.
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De memoria de flor, nunca ha muerto un jardín, decía el poeta. De memoria de luchador nunca ha muerto la libertad. Mientras nuestra lucha continúe, seremos libres: ese es el legado de nuestro Comandante HUBER MATOS!