La narco dictadura venezolano desafío a la comunidad internacional con una farsa de elecciones en medio de una crisis económica y un aislamiento internacional inédito. ¿Es un acierto, es un error? ¿Por qué ese reto? En la edición 226 A de La Nueva República encontrará las respuestas. Lo invitamos a leer: “Seguir el ejemplo de Fidel Castro lleva a los chavistas directo al matadero”.
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Seguir el ejemplo de Fidel Castro lleva a los chavistas directo al matadero
La farsa electoral el domingo 20 de mayo en Venezuela fue una provocación a los Estados Unidos, una bofetada a la comunidad interna-cional y una burla al pueblo y a la oposición democrática venezolana. Parecería que Maduro y su grupo querían demostrar que en Venezuela hacen lo que quieren y no pasa nada. Una acción mal pensada y definitivamente arriesgada. También puede ser parte de un plan conversado entre Raúl Castro y sus socios chavistas. Una estrategia que descansa en una suposición del difunto Fidel Castro de que los americanos no se iban a atrever a invadir Venezuela. La receta de Castro siempre fue retar al gigante que a fin de cuentas no hace nada, pero seguir el ejemplo de Fidel Castro lleva a los chavistas al matadero.
¿Entonces para que intensificar la crisis?
Primero. Ante la grave situación económica en que se encuentra Venezuela, el desafío a un enemigo externo desvía la atención de una parte de la población, cohesiona las fuerzas del régimen y justifica la persecución aún en las propias filas gubernamentales. Si Maduro cuenta con un millón de fanáticos y oportunistas, de ahora en adelante los necesitará más que nunca comprometidos a su lado. Cualquier señal de deslealtad o disidencia será reprimida inmediatamente. Es el momento de radicalizar el proceso. Con razón el presidente de Colombia advirtió que: «La Asamblea Cons-tituyente, que nació espúrea porque su origen es ilegal, está redactando una nueva Constitución para hacerla aprobar después de las elecciones con el nuevo mandato [de Maduro]. Y ahí lo que van a hacer es una mayor represión, porque la información que tenemos es que uno de los artículos va a abolir el sufragio universal para implantar un sistema corporativo como el que eligió la Asamblea Constituyente. Es un fortalecimiento de un régimen dictatorial».
Segundo. Cuando llegue el momento oportuno, Raúl Castro sería el mediador ideal, es decir el salvador. El hombre clave para evitar una confrontación entre los Estados Unidos y Venezuela. A cambio de sus buenos oficios, el gobierno de Trump le daría algunas garantías de permanencia al régimen de la Isla, el cual no tendría ningún problema en mejorar el maquillaje ac-tual. Ya tienen un presidente que no es de apellido Castro y Díaz Canel hasta podría anunciar e iniciar reformas.
Algunas declaraciones apuntan en esta dirección. El 24 de mayo, EFE reportó que: El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, no cree que «sea eterna la posición que hay en este momento» por parte del gobierno de Estados Unidos hacia la Isla y opina que «quedan puntos de contacto y voluntad» para seguir avanzando en las relaciones desde el respeto y la igualdad. El empresario venezolano cubano Gustavo Cisneros dijo el año pasado a EFE que: la solución a la crisis venezolana hay que encontrarla en un baile a tres, con Cuba y Colombia también en la pista como bailarines y “música de Estados Unidos”. El 15 de mayo de 2018 Federica Mogherini, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, declaró que: “Cuba ha desempeñado un papel muy positivo en la resolución de conflictos y en la ayuda a los procesos de transición, por ejemplo, al alcanzar el acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC. También damos la bienvenida a la disponibilidad de Cuba para acoger las conversaciones de paz con el ELN. Esperamos que Cuba también pueda desempeñar un papel al abordar la situación en Venezuela”. El castrismo sabe que es buen negocio atizar el fuego y después vestirse de bombero para apagarlo.
Sin duda hay intereses que creen que Raúl Castro podría negociar la situación de Venezuela con el gobierno de Trump. Además, ¿qué otra cosa puede tener Raúl Castro que le inte-rese a Washington y que pueda garantizar al castrismo permanecer en el poder por una ge-neración más? No soy pesimista. Que los Estados Unidos acepten que Raúl Castro sea el mediador es harina de otro costal.
Tercero. Con esta última contorsión electoral la narco dictadura venezolana quiere apabullar a la oposición para que los venezolanos se convenzan de que el liderazgo opositor no ha podido ni puede enfrentársele. En este contexto la emigración de cientos de miles de venezolanos de su país juega a favor de la dictadura. Es la válvula de escape para los más desesperados que les permite huir en lugar de quedarse y luchar.
Que los planes de Castro y Maduro tengan estos propósitos no les garantiza éxito. Podrán apabullar a la oposición venezolana por un rato, podrán cohesionar a sus fanáticos chavistas por otro. También, como quiere Federica Mogherini, Raúl Castro podria ser mediar. Lo que sucede es que no estamos en la década de los sesenta cuando Fidel Castro se quiso creer –y la prensa mundial lo ha repetido desde entonces, que él había derrotado a los americanos en la invasión de Playa Girón, algo que de invasión nada más que tuvo el nombre. Fue un puñado de cubanos engañados creyendo que los Estados Unidos los apoyaría cuando llegara el momento y eso fue exactamente lo no que sucedió, un verdadero fiasco. En estos tiempos, los conflictos son mucho más complejos y las armas más sofisticadas. Dejarse guiar por el ejemplo y la estrategia de Fidel Castro ha llevado a los chavistas al descrédito y al desastre, también los lleva directo al matadero.
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