La inflación es el ladrón de la prosperidad de la clase media y en Argentina los precios están aumentando en más del 115%. Así que no debería ser una gran sorpresa que los argentinos el domingo le dieran la mayor cantidad de votos al candidato presidencial Javier Milei, un político nuevo que promete cerrar el Banco Central y reemplazar el peso con el dólar.
Argentina, alguna vez próspera pero degradada por el socialismo peronista, se está preparando para otra crisis monetaria y le debe 44.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional. La economía está estancada. El lunes el peso cayó más de 13% en el mercado negro, y el banco central movió su tipo de cambio oficial a 350 por dólar, una devaluación del 22%. La tasa efectiva de los papeles del gobierno a 28 días es ahora del 209%, según Goldman Sachs (empresa global dedicada a inversiones). ¿Quién no anhelaría activos en dólares en esa economía?
El Sr. Milei, que tiene un escaño en el Congreso, no fue cuestionado en su candidatura primaria para la nominación del partido La Libertad Avanza. Pero como todos los candidatos están en la boleta de elecciones primarias multipartidarias cada cuatro años y la votación es técnicamente obligatoria, el ejercicio es ampliamente considerado como una segunda vuelta de la primera vuelta de la elección presidencial.
Los encuestadores dijeron que el Sr. Milei rondaba el 20%, pero subestimaron el resentimiento popular. Obtuvo más del 30% de los votos y terminó primero en 16 de las 24 provincias del país.
Dos candidatos del gobernante partido peronista recibieron en conjunto menos del 27%, lo que demuestra lo impopular que es el gobierno. Dos candidatos que compiten por la nominación de la coalición opositora de centro derecha Juntos por el Cambio recibieron el 28%. Patricia Bullrich ganó la carrera Juntos pero se esperaba que le fuera mucho mejor que su 17%. Es dura con el crimen, un tema importante. Pero su paso por el fallido gobierno del centroderechista Mauricio Macri (2015-2019) puede haberla limitado al alza.
La prensa internacional está presentando al señor Milei como un populista loco, y no hay duda de que desprecia al establishment político de Argentina, de izquierda y derecha. Dibuja grandes multitudes de jóvenes argentinos y reclama contra “toda la casta política, estúpida e inútil”.
El Sr. Milei es un economista que favorece un gobierno limitado y culpa a los problemas económicos de Argentina de la asfixia impositiva, la hiperregulación, los subsidios a intereses especiales y el proteccionismo. Quiere abrir mercados, recortar el gasto público, poner fin a los controles de capital y privatizar las empresas estatales. También es un conservador social, pero su atractivo se debe en gran medida a su rabia contra el sistema.
Con las reservas internacionales en territorio neto negativo, el próximo presidente heredará un caos económico. Si la perspectiva de una presidencia de Milei dispuesta a romper con el statu quo entusiasma a un tercio de los votantes, también plantea preguntas sobre la capacidad del señor Milei para gobernar si gana. Su partido solo tiene dos escaños en el Congreso, lo que significa que tendría que trabajar con algunos de los que está fustigando ahora.
Mucho puede pasar entre ahora y la primera vuelta electoral el 22 de octubre. Pero la actuación del Sr. Milei ha enviado un mensaje a Buenos Aires —y al mundo— de que la clase media argentina tal vez ya no acepte un status quo que les robe los frutos de su trabajo.
Por el Consejo Editorial del Wall St. Journal
14 de agosto de 2023
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