En la ruina el Centro Deportivo Ciro Frias

A: La Dirección Municipal del Poder Popular en Arroyo Naranjo

Yo, Roberto Estrada Delgado, vecino de calle Tercera, número 218, entre Primera y Calzada de Bejucal, municipio Arroyo Naranjo, La Habana, Cuba, durante muchos años fui trabajador del Centro Deportivo Ciro Frías, que está ubicado en la Calzada de Bejucal reparto Ciro Fría y nunca había visto algo igual. Las opciones deportivas de la juventud en Cuba van en picada.

Resulta que desde 1994 el complejo deportivo funcionaba a la perfección con los dirigentes que tenían anteriormente. Mi trabajo siempre fue cuidar de la limpieza de todo el local incluyendo las piscinas olímpicas y las de clavado, siempre las tenia listas para cuando había algún tipo de evento, competencias y entrenamiento de los jóvenes.

Hace aproximadamente dos años me despiden del centro porque sobraban trabajadores y no habían recursos para poder pagarles, yo no estuve de acuerdo y me fui a quejarme a la dirección para que me explicaran el porqué de mi separación y me dicen que hay que darle paso a la juventud, pensé y me dije que en eso tenían razón y me retire con gran alegría, pero para mi mayor asombro el día 12 de Diciembre del pasado año mi nieto y nieta que tienen 12 y 13 años, me pidieron que los llevara para poder bañarse en las piscinas. Cuando nos fuimos acercándonos al lugar me encontré con la gran sorpresa de que las piscinas estaban llenas de mojo, latas de refrescos, excrementos humanos, larvas de mosquitos y animales muertos.

Al ver aquello me dirijo a la responsable que era una muchacha joven Yadira Verdecía López y me dice que desde que yo me fui de allí no se preocuparon más por el lugar, que el director del centro Rafael Mur Fornet, le dijo que a él ni al estado les daba ganancias para poder mantener la limpieza que el que lo quiera limpio que lo limpien.

Siempre fuy un trabajador eficiente en mi trabajo, mantuve la limpieza y organización y no sé porque pasan estas cosas será lo que dicen que el gobierno es el más mentiroso del mundo o será que no les importa el futuro de nuestra juventud.