La violencia en Cuba va en escalada, los casos de asesinatos violentos, peleas a machetazos o cuchillos entre jóvenes son tan frecuentes que ya no nos sorprenden y es cada vez más común encontrar en las redes reportes de peleas violentas, muertes y desapariciones.
En esta ocasión fue el poblado de Baguanos en Holguín el escenario de uno de estos lamentables acontecimientos. Se trata del asesinato de un joven conocido como Monolito el cual fue degollado durante un enfrentamiento brutal con otros jóvenes armados con machetes y cuchillos.
Según el testimonio de uno de los implicados todo comenzó con una pelea en una fiesta donde se citaron para un campo de jugar pelota y allí se enfrentaron, tanto el asesino como la víctima estaban acompañados de otros jóvenes también armados con cuchillos que presuntamente también se encontraban bajo el efecto del alcohol y las drogas.
Los datos del joven se desconocen, salvo que era joyero de profesión. El asesino luego de dejarlo en el suelo se dio a la fuga y fue atrapado mientras huía. Los medios oficialistas no han ofrecido información alguna a pesar de que el caso ha sido difundido en las redes sociales acompañado de fuertes imágenes compartidas por algunos usuarios.
Ante casos como este llama la atención el hecho de que la policía no hace prácticamente nada, es como si para el régimen cubano no importaran las vidas de los jóvenes que mueren en estos actos violentos y la impunidad sólo hace que estos hechos se repitan cada vez más sin ninguna consecuencia ni justicia para las víctimas y sus familias.
Entre el consumo de drogas que se propaga cada vez más, la escalada de violencia, la falta de educación, la escasez de oportunidades de oportunidades y el hambre se desarrolla una nueva generación en Cuba que es el producto y la imagen del fracaso de un régimen, el verdadero “hombre nuevo” del que habló el Che, es este el resultado y el reflejo de una ideología nociva que promueve la violencia y obliga a sus jóvenes a refugiarse en las drogas para olvidar su realidad.

Laura María Labrada Pollán, dirigente de CID y líder de las Damas de Blanco activistas del CID
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