Según el régimen castrista su socio en el desarrollo de una vacuna contra el covid era Irán, donde hace meses ya estaba en prueba. No parece haber resultado muy exitosa porque en estos momentos en Irán hay más de 35.000 contagios diarios, ha habido 94.105 muertes y 4. 158.729 de contagiados. Así que si por la víspera se saca el día, la vacuna castrista es un desastre en Irán y lo es en Cuba también, donde gente se ha enfermado de Covid después de haber recibido no una ni dos, sino tres dosis. Con razón la sabiduría bíblica aplica: “Cuando un ciego sigue a otro ciego los dos caen en el abismo”.
Pero eso no importa, lo que importa es la propaganda. Como todos los hospitales de Cuba están colapsados y la población está alarmada por el desastre sanitario, para calmar a la gente el gobierno dio inicio apresuradamente a una campaña de vacunación contra el covid. Usan una vacuna que no tiene el respaldo de ninguna entidad internacional y no ha sido objeto de ningún comentario favorable de parte de una revista científica en el mundo. Salvo los artículos de “periodistas” extranjeros que han insistido, sospechosa y repetitivamente, que es la primera vacuna desarrollada en Latinoamérica.
Igualmente curioso es que el señor “presidente” no ha aparecido en televisión vacunándose él y su familia, ni mucho menos ha felicitado a los científicos cubanos por ese logro de la “revolución”. Tampoco se han visto a los demás miembros del régimen vacunándose con sus familias. Por el contrario el rumor que se corre es que ya hace algún tiempo la elite castrista se inoculó con una vacuna extranjera. Será que los pinareños somos ratones de laboratorios o será que Pinar del Río es la provincia de los experimentos. Es la provincia donde todas las donaciones llegan vencidas.
Realmente todo es una maniobra más para calmar el pueblo por todo lo que está atravesando en este momento por la mala administración del estado fallido comunista. Es hora de un cambio, de terminar con el adoctrinamiento de Patria o Muerte. No queremos la muerte queremos vivir la vida con libertad y con dignidad.
Por José Rolando Cásares
Coordinador de Relaciones Internacionales del CID y miembro del Comité Ejecutivo Nacional.
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