Leodan Suárez: al ser trans y disidente sufrimos doble

Por |2021-04-02T10:47:17-06:002 abril, 2021|La Nueva República, LGBTI|Sin comentarios

Liam Durán Cardona y Leodan Suárez Quiñones

Leodan Suárez Quiñones, delegada Nacional del CID ante la Comunidad LGBTI en Cuba, manifestó en una entrevista con Diario de Cuba que: «Al ser trans y disidentes sufrimos doble. Ser trans, salir a la calle vestida de mujer, representar una mujer en el cuerpo de un hombre es duro porque a donde quiera que vayas siempre te están discriminando y al estar en un grupo de oposición sufrimos detenciones por estar en contra del Gobierno, cuando estamos defendiendo nuestros pensamientos».

 

Por Alberto Arego. Madrid

Los activistas trans cubanos Leodan Suárez Quiñones y Liam Durán Cardona pidieron este miércoles al Gobierno que acabe de sacar la Ley de identidad de género para que los trans estén protegidos ante la discriminación de la sociedad en la Isla. Leodan y Liam conversaron con DIARIO DE CUBA con motivo del Día Internacional de la Visibilidad Trans, que se celebra cada 31 de marzo.

 

Leodan afirmó que la comunidad trans necesita «una ley que ampare nuestros derechos, la Ley de identidad de género, donde todos seamos reconocidos legalmente y que podamos, por ejemplo, si yo nací hombre, me llamo Leodan, que pueda cambiar mi nombre y pueda ponerme Vanessa, Melissa».

 

Por su parte, Liam apuntó que en Cuba «todavía hay muchísima discriminación porque es un país patriarcal y machista. Si hay una comunidad que lleva tantos años siendo discriminada y machada eso no debería ser por voto popular. Eso debería ser una ley que se saca porque realmente la está pasando mal».

 

El Gobierno cubano «tiene una obligación» con la comunidad trans porque está siendo discriminada. «Si tú no lo estás haciendo, te estás quedando como Poncio Pilatos, te estás lavando las manos, y finalmente la comunidad sigue en las mismas».

 

«A Cuba le falta muchísimo, primero que aprueben una Ley de identidad de género para que los trans (si) eres un policía, me caíste a golpes, pero por lo menos me llamo como a mí me da la gana y no me humillas delante de nadie. Y si yo soy una mujer trans, a mí no me vas a meter en una estación de policía con hombres que me van a violar, me van a maltratar y me van a hacer daño porque ante la ley soy una mujer», señaló.

 

«¿Por qué los nombres tienen que ser femenino y masculino? Aquí todos sabemos que cuando les ha dado la gana de cambiar una ley no preguntan ni piden votos ni nada. Se paran ahí en la televisión y dicen ‘esto es por mi santa’. ¿Entonces por qué por su santa no me pone una ley para que los trans se cambien el nombre y su sexo?», cuestionó Liam.

 

En Cuba solo está permitido el cambio de nombre y sexo en el carnet de identidad cuando la persona trans cambia de sexo tras operaciones de reasignación.

 

«El tema de la democracia tiene que existir porque si vamos a hablar de temas de identidad de género, orientación sexual, lo que sea tiene que haber democracia y respeto a la opinión y después que haya un respeto a la opinión, van a llegar todos los demás respetos: a la mujeres… Mientras no exista un respeto a la opinión diferente, jamás en Cuba se va a cambiar nada», agregó Liam.

 

Tanto Liam como Leodan consideraron que Cuba necesita mayor cultura para respetar a las personas y las leyes.

 

«Una cosa es que se reconozca supuestamente que todas las personas tenemos los mismos derechos. Todo eso está muy bien, pero cómo aplicas eso en la sociedad. ¿Cómo le vas a decir a un policía ‘oye que le caíste a galleta a un trans’ y el Artículo 42? El mismo policía te dice ‘a mí que me importa el Artículo 42»’. El tema es que se hagan cumplir las leyes y meterle una presión desde arriba al jefe de la policía de que el policía que discrimine sea un trans, un negro, un blanco, un gordo, sea quien sea, va a tener un problema», dijo Liam.

 

¿Celebrar o no celebrar en Cuba?

 

Leodan contó que desde su niñez sufrió una vida muy dolorosa. «A partir de los 14 años que me representé como una chica trans, empecé a vestirme de mujer y fui expulsada de mi casa. Desde entonces fue sufrimiento. Al ser trans y disidente sufrimos dobles. Ser trans, salir a la calle vestida de mujer, representar una mujer en el cuerpo de un hombre es duro porque a donde quiera que vayas siempre te están discriminando y estar en grupo de oposición sufrimos detenciones por estar en contra del Gobierno, cuando estamos defendiendo nuestros pensamientos», detalló.

 

Leodan espera que «existan espacios públicos donde podamos tomar la palabra, podamos ser parte de la sociedad como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), no como la CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual) que solo ampara a personas comunistas. (Queremos) una institución democrática que ampare lo mismo a comunistas como a personas que piensan diferente. Al CENESEX yo he ido y no me aceptan porque saben que pertenezco a la oposición».

 

Leodan vive en Pinar del Río y milita en partidos opositores por lo que fue multada, además de ser activista trans. «La comunidad trans en Cuba no tiene nada que celebrar porque hoy en la actualidad ninguno de nuestros derechos son respetados. Somo como la peste en Cuba. No creo que aún debamos celebrar nada. Lo que debemos es exigir que podamos tener una fecha en la que poder celebrar nuestros derechos cuando hayan sido aprobados», dijo.

 

Liam señaló que está dividido respecto al tema porque «evidentemente cuando tus derechos son aplastados y te ves desamparado ante ciertas y determinadas leyes, la entiendo. Yo lo viví, pero no con la misma intensidad que lo vive una mujer trans. Las mujeres trans viven muchísimo el dolor de lo que es la discriminación en Cuba».

 

Sin embargo, Liam dijo que «si estuviese en Cuba tendría que celebrar por lo menos los momentos que se han creado, ya sea de instituciones gubernamentales o del activismo independiente, que por lo menos existe un espacio libre de expresar de alguna manera la identidad. Celebrar el orgullo de por lo menos vivir en un país que quizás socialmente no te acepten, pero por lo menos ya no estamos en los tiempos en que vas preso».

 

Liam vive Bélgica y en Cuba formó parte del CENESEX. Agradeció su paso por el centro, pero después pasó a ser una persona non grata porque entendió «algunas cosas». Liam contó que de las experiencias vividas en la Isla se quedó con las buenas como el apoyo de su familia, la comunidad trans y el CENESEX. «Viví cosas muy desagradables, los horrores más grande que se le puede hacer a una persona sobre todo a nivel social. Pero quiero llevarme lo bonito», afirmó.

 

«En Cuba no hay todavía una institución real que proteja a la comunidad trans. Sí puedo decir y estoy de acuerdo con Leo que no es solamente el CENESEX: Cuba es un país totalitario en todos los aspectos. Todas las organizaciones gubernamentales en las que no estás de acuerdo con el sistema, pasas a ser una escoria. No es el CENESEX porque tenga a Mariela Castro. Vamos a estar claros: si usted no está de acuerdo con lo que ellos consideran comunismo y socialismo, usted es una escoria y se le va a hacer la vida un yogurt», dijo.

 

«Tengo mucho dolor interno por la situación de mi país, Cuba. A la comunidad trans: ánimo, coraje, no dejen que la (sociedad) patriarcal los desanime, intenten ser positivos, quiéranse, ámense, la vida es muy corta. Por favor, aprobar una ley que le dé derechos a la comunidad trans, no hay tanto rollo y enredadera», pidió Liam, por último, a las autoridades.

 

«Que no vivamos más tiempo de odio, celos y rencores porque estamos unidos en esta lucha. Aquí en Cuba que nos unamos para conseguir acabar con lo que tanto daños nos ha hecho y pedirle al Gobierno una ley para no estar desamparadas. Que podamos sentirnos útiles, que seamos quien queramos y visibles ante todos», pidió Leodan a la comunidad trans cubana.

 

La Nueva República

CubaCID.com

 

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