@maritovoz mensajero de la libertad

Mario Félix Lleonart y Ricardo Medina S.

Conocí a Mario el 24
de febrero de 2010.  Un grupo de activistas del Partido Cuba Independiente y Democrática(CID) habiamos sido detenidos y golpeados por la policía política junto
a la bloguera Yoani Sánchez, autora del blog Generación Y, cuando intentábamos
llegar a la sede de las Damas de Blanco para firmar el libro de condolencias
por el deceso de mi amigo y compañero de prisión Orlando Zapata Tamayo.

Ignoraba el régimen que una detención
articulaba a dos líderes religiosos, con ansias de cambio para su país en dos
hermanos que se unían para presentar reclamos y diseñar proyectos de trabajos
por una Nueva Cuba. El hecho de ser profesor del Seminario Bautista de Santa
Clara, incansable luchador por los derechos de todos los cubanos, miembro del
Portal Voces Cubanas, un hombre comprometido con su ministerio y un admirador
del Comandante Huber Matos Benítez, nos identificaba aun más.

Todo el que conoce a este siervo de
Jesucristo percibe en él sentimientos de confianza; así fue con Juan Wilfredo Soto García, que tras ser brutalmente golpeado durante un arresto
lo encontró en una esquina del Parque Leoncio Vidal de Santa Clara y le dijo: “me
han matado”.  

Cumpliendo con su apostolado Mario denunció al mundo
este atropello a través de su cuenta Twitter @maritovoz.  Horas después, el 8 de Mayo de 2011, Juan Wilfredo Soto García moría a
consecuencia de la golpiza.  Este Twitter obligó al gobierno de Cuba a publicar una
nota en el diario GRANMA organo oficial del Partido Comunista de Cuba, con un
sosegado discurso de agresión y tildándole de manipulador, sumándose un rosario
represivo en contra suya, de la Iglesia Bautista de Taguayabón, de la
Convención Bautista Occidental, de los líderes de esta convención, de el
Seminario Bautista de Santa Clara y de su respetable familia, acciones que no
terminaría nunca de enumerar.

Todo esto acentuó en él un compromiso de
lucha con su pueblo y su declarado y manifiesto agradecimiento al Comité
Ejecutivo Nacional del CID en apoyo a su misión informativa como Twittero.

Un mes más tarde en
la mañana del 8 de Junio, Mario y yo presentamos una queja y pedíamos en ella
una investigación sobre las verdaderas causas de la
muerte de Soto García.  La entrega se hizo en la Fiscalía General de la
República, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Tribunal Supremo, en el Ministerio
del Interior y en el Arzobispado de La Habana a la vez que era publicada con sus
respectivos acuses de recibo en la web, todavía hoy sin respuesta.

Indistintamente
continuó nuestro apoyo incondicional en proyectos eclesiales y cívicos. Su
presencia en mi consagración episcopal, gestos de fe compartidos con el
Arzobispo Vétero de Venezuela, con el Presidente del Colegio Episcopal Vétero,
entre nuestras familias y con nuestras comunidades de fe continua fertilizando
nuestra amistad y compromiso de lucha; así nació la idea de fundar el Instituto
PATMOS del Libro y el Saber Cristianos, del cual soy su presidente y él su
principal gestor, ambos continuamos caminando y regando la semilla de libertad
en nuestro sufrido terruño patrio, con nuestra fe puesta en el reencuentro de
todos los cubanos en una Patria sin yugo, al decir del Martí “Con todos y para
el bien de todos”

  

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