Metete debajo de un puente muerta de hambre, así me dijo.

Me llamo Lesbia Moya Villa, soy víctima de la represión y el maltrato a que el gobierno cubano tiene sometido al pueblo, vivía en un barrio llamado loma de piedra ubicado en el municipio de Manicaragua, mi casa era un ranchito de madera medio derrumbado en el conviví con mi hijo hasta que se terminó de derrumbar perdí todo, televisor, radio, fogón, de lo poco que tenía nada más pude salvar un colchón, ahora estamos amparados por una hermana de mi difunto marido, que nos da un espacio en su mesa para poder comer y un lugar en su sala donde dormir.

Me he presentado en todas las instituciones del gobierno en busca de ayuda o al menos que me tiendan una mano, visité el delegado de mi zona, cansada de tantas mentiras de parte de él me dirigí a la dirección municipal de la vivienda en aquel momento el director de la entidad era el señor Jesús, también fui engañada, en el Partido me atendió la presidenta del mismo Yudy y en la Asamblea del Poder Popular, me recibieron Belkis  Enjamio y un señor de apellido Chinea el cual me dijo yo soy el vicepresidente de esta institución.  

Este señor más que un funcionario parecía un militar preparado para ofender y amenazar al pueblo cuando fuera algún ciudadano allí a reclamar sus derechos, yo simplemente les dije que ya estaba cansada de recibir falsas promesas de ayuda por parte de ellos, que no me pelotearan más y que no le mintieran más al pueblo, que les hablaba de esa manera porque así fui atendida en todos los lugares que visité. Este funcionario se levantó de la silla y dio un puñetazo sobre la meza y de manera amenazadora me dijo, es una falta de respeto suya hacer comentarios de ese tipo sobre funcionarios del gobierno comprometidos con la revolución, lárgate de aquí y si no tienes donde vivir metete debajo de un puente muerta de hambre.

En Cuba para que el gobierno te escuche y te ayude tienes que estar bien comprometido con el ser militante de su partido, miembro de la unión de jóvenes comunista, pertenecer a los Comité de Defensa de la Revolución  a la federación de mujeres cubanas o ser militar, pero como yo no pertenezco a nada de eso no tengo derechos en este país, soy una cubana de a pies.

Por Bárbara Rodríguez Vizcaíno

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