«Desde aquel entonces estoy batallando con los organismos correspondientes para ver si me dan materiales para poder arreglar mi casa y lo único que he recibido ha sido mentiras y engaños. Mis carta han ido a parar hasta a los Consejos de Estados y todo ha sido en vano. Mi caso es bien crítico porque vivo con un impedido físico mental que me ocupa todo el tiempo y por esta razón no puedo trabajar…El único sustento que tenemos es una chequera de 148 pesos moneda nacional que no me alcanza ni para comprar los medicamentos. Cuando pasaron los ciclones yo fui una de las que afirmaba que la Revolución no dejaba a nadie abandonado. Para mi sorpresa llevo más de diez años con esta situación y no veo la solución por ninguna parte, ahora me doy cuenta que todo es una mentira y un engaño».
A pesar que el Estado facilitó la venta de materiales liberada a la población, esta medida continua siendo insuficiente por lo exagerados de sus precios y el bajo salario que devenga un trabajador. También existe un programa de subsidios para personas de muy bajos recursos, pero tampoco ha resuelto los problemas de muchas personas que se encuentran en la misma situación de Evasia Rivero Arencibia.
Por Rolando Pupo Carralero, Coordinador de Occi
dente, miembro del Comité Ejecutivo Nacional y Defensor del Pueblo.
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