MIENTRAS EN CUBA SE APLASTA EL RENACIMIENTO DE LA DEMOCRACIA ¿DÓNDE ESTÁ BIDEN?

Por |2022-05-23T18:00:43-06:0023 mayo, 2022|Estados Unidos, La Nueva República|Sin comentarios

¿Por qué el presidente no hablará tan duramente sobre Díaz-Canel como lo hace Putin?

 

Por Oscar Biscet – – The Washington Times/ Jueves 19 de mayo de 2022

 

El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dice que vivimos en un «momento de reconocimiento de la democracia en todo el mundo» y promete que Estados Unidos «dará un paso adelante y traerá a otros» con ella. Son palabras bonitas, pero para muchos cubanos suenan huecas. A pesar de todo su discurso de oponerse a la autocracia y apoyar a las democracias en peligro, el gobierno de Biden ha hecho poco para abordar la represion de la agitación democrática en Cuba.

 

Los disidentes cubanos sufren la peor persecución en décadas. Sin embargo, la administración Biden, la comunidad internacional en general y los medios de comunicación han ignorado en gran medida esta represión.

 

El verano pasado, el 11 de julio de 2021 (11J), los cubanos salieron a las calles a protestar pacíficamente por las prácticas tiránicas del gobierno y la crónica mala gestión económica del país. El régimen de Miguel Díaz-Canel ha tratado este simple y pacífico acto de expresión democrática como una serpiente a aplastar. Ha autorizado juicios masivos para cientos de manifestantes inocentes, incluidos unos 55 menores. Algunos de los acusados terminarán en prisión durante décadas. Según Samantha Power, administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, «el gobierno cubano ha condenado a 128 personas a un total de más de 1.900 años de prisión por manifestarse y expresar sus opiniones».

 

Esta represión represiva es más amplia y dura que las anteriores, ya que pretende ahuyentar a los cubanos de a pie para que no apoyen ninguna protesta de este tipo en el futuro. Lejos de pasar por encima de la crueldad de los hermanos Castro, el señor Díaz-Canel vuelve a ella. Sin embargo, ¿cuántos estadounidenses están familiarizados con el nombre del Sr. Díaz-Canel? El supuesto complaciente de la prensa y la comunidad internacional es que es una figura más benigna que sus predecesores. Los brutales hechos en el terreno en Cuba cuentan una historia diferente.

 

Para que la democracia tenga alguna oportunidad en Cuba, el gobierno de Biden tendrá que hacer algo más que simplemente retirar los visados de viaje de un puñado de funcionarios cubanos, y la prensa y la comunidad internacional tendrán que arrojar una luz implacable sobre las fechorías del señor Díaz-Canel.

 

Un paso positivo que podría dar la administración Biden es apoyar la expansión del acceso a internet en Cuba. El Sr. Díaz-Canel lo ha restringido en respuesta a las protestas pacíficas. Esto está impidiendo el libre flujo de información, sin el cual la recuperación de la democracia en Cuba es imposible.

 

¿Hablará el Presidente Biden con tanta dureza sobre el Sr. Díaz-Canel como sobre el Presidente ruso Vladimir Putin? La tiranía marxista a las puertas del señor Biden es mucho peor que cualquier otra cosa en la esfera de influencia del señor Putin. ¿Por qué el destino de los cubanos preocupa menos al señor Biden que el de los ucranianos? ¿Por qué el Sr. Biden no pide a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional que boicoteen y sancionen al Sr. Díaz-Canel con la misma severidad que al Sr. Putin?

Todo esto se hace aún más urgente por el hecho de que Cuba está en una peligrosa alianza con el señor Putin. El régimen de Putin ya ha revelado su voluntad de instalar cohetes nucleares en Cuba —planes que la dictadura cubana no ha negado—

 

La administración Biden es consciente de este problema. En referencia a la posibilidad de que Rusia instale estas armas en Cuba y Venezuela, Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, dijo en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 13 de enero de 2022, que «si Rusia avanzara en esa dirección, los abordaríamos con decisión».

 

Meses antes, en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el secretario de Estado Antony Blinken también expresó la preocupación de la administración por el creciente papel de Rusia en Cuba y Venezuela. (La general del Comando Sur, Laura Richardson, atribuye la inestabilidad del hemisferio occidental en parte a la injerencia de Cuba en Venezuela, que ha contribuido a una ola de delincuencia transnacional en América Latina.)

 

«Cuando se trata de Cuba, el objetivo es la democracia y la libertad para su pueblo», ha dicho el señor Blinken. Pero, ¿dónde están las medidas efectivas para promover estos cambios democráticos?

 

A principios de este año, los legisladores de Florida presentaron un proyecto de ley pidiendo al Sr. Biden que promulgue el Artículo 54 de la Carta de las Naciones Unidas. El proyecto de ley sigue pendiente. Dice que el artículo 54, si se promulga, permitiría al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tomar medidas contra el Sr. Díaz-Canel, quien preside una autocracia que «está usando la tortura, la violencia y la intimidación, y reteniendo alimentos, agua, medicinas, electricidad, educación y comunicación al mundo exterior para estrangular a la población a la sumisión».

 

El Sr. Biden debería escuchar las palabras de este proyecto de ley. ¿Por qué no lo ha hecho? ¿Por qué una administración ostensiblemente dedicada al renacimiento global de la democracia ha ofrecido un apoyo tan tibio a los discípulos de Cuba? Cuba es una prueba de la sinceridad del señor Biden. ¿Apoyara a un pueblo perseguido o ignorará los abusos de sus torturadores?

 

No es momento de «normalización», como algunos aconsejan al señor Biden, sino más bien de un momento que clama por una defensa sólida de los derechos democráticos del pueblo cubano. Hace nueve años, ayudé a establecer el Proyecto Emilia para defender esos derechos. El propósito del proyecto es tan importante hoy como entonces. Pedimos a gritos «un orden jurídico de nuestra patria tiene como base los principios democráticos que imperan en otras naciones del mundo civilizado». Sin embargo, nuestra petición sigue sin escucharse. Como ilustran vívidamente los juicios masivos contra pacíficos cubanos del 11J, Cuba sigue siendo una atroz tiranía comunista.

 

Felicito al Sr. Biden por celebrar una «cumbre sobre la democracia», como hizo en el primer año de su presidencia. Pero, ¿de qué sirve la retórica elevada de esa cumbre si no se cumple con medidas concretas? Este es, de hecho, un momento de reconocimiento de la democracia en todo el mundo, como dice el Sr. Blinken. Pero la historia juzgará que el Sr. Biden ha fracasado si sigue pasando por alto el aplastamiento del renacimiento de la democracia en Cuba.

 

El Dr. Oscar Biscet es médico y defensor de los derechos humanos. En 1997, crea la Fundación Lawton por los Derechos Humanos con la finalidad de promover pacíficamente la defensa de los derechos humanos, tomando como base el derecho a la vida, y que desarrolla su actividad a través de la desobediencia civil no violenta. Autor del Proyecto Emilia y ex preso político.

 

La Nueva República
CubaCID.com
Cubano no te calles, reclama tus derechos
Esto tiene que cambiar

Deja tu comentario