A: Oficina de atención a la población del Poder Popular del Gobierno en Pinar del Río. De: Milagro Hernández, dirección: Consejo Popular Chamizo, municipio Pinar del Río. Asunto: Denunciar caso de niño que nació con Parálisis Cerebral Infantil (PCI) y no recibe por parte del gobierno una asistencia adecuada para sus padecimientos y sus limitaciones; lo cual vulnera los derechos del niño y aún más por ser discapacitado.
Por este medio me dirijo a ustedes para hacerles saber la situación en la que se encuentra la joven Doraine Silva Hernández y su hijo Onay Daniel Machado Silva.
Onay Daniel Machado Silva, es un niño que nació con una parálisis cerebral infantil PCI a la hora del parto. Después de haber cumplido 2 años de edad, fue que por primera vez lo visitó una trabajadora social. Entre otras cosas la madre le suplicó por una silla de ruedas para el niño. La trabajadora social le dijo a la mamá, que tenía que esperar a que falleciera algún viejito del Hogar de Anciano para ver si dentro de los casos que estaban primeros que él, si no había ninguna prioridad para asignarle la silla de ruedas al niño, debido a que no caminaba. El niño Onay no tenía ni cama ni colchón, ni otra condición económica factible para su bienestar, según nos afirmó su propia mamá.
Palabras de Doraine Silva Hernández, madre del niño Onay: “Cuando Onay tenía 2 años, vino por primera vez una trabajadora social para ver la convivencia y el estado de vivienda, redactó un documento describiendo la situación que presentábamos y cómo vivíamos; yo tampoco tenía una camita ni un colchón especial para él, lo ponía a dormir junto a mi esposo y yo porque económicamente no podíamos hacer nada, eso también se lo planteé a la trabajadora social; de eso hace ya 5 años y hasta la fecha no ha venido nadie aquí. Entre mi familia y algunos vecinos hemos tenido que asistir a mi hijo en lo que se ha podido. Cuando vino esa trabajadora social, hace cinco años, le pedí ayuda para una silla de ruedas debido a que Onay no podía caminar, lo hacía prácticamente arrastrándose por el suelo; ella me dijo que tenía que esperar a que falleciera algún viejito del Hogar de Ancianos para ver si dentro de los casos que estaban primeros que mi hijo no había ninguna prioridad para asignarle la silla de ruedas. Cuando yo lo llevaba a los médicos, me decían que él nunca iba a caminar, no me daban esperanza de ningún tipo, pero yo tuve fe, le pedimos mucho a Dios y nos dedicamos a él, y gracia a Dios hoy en día ya puede caminar, con muchas dificultades, pero lo hace”.
Después de la visita de la trabajadora social, nunca jamás volvieron a presentarse en el hogar del niño. Al tiempo, uno de los médicos le dijo a la mamá, que al niño le habían cerrado el expediente médico como discapacitado. La mamá enfatizó que eso no debía ser porque el niño está limitado físico de por vida, lo cual no importó a las instancias gubernamentales correspondientes.
Doraine Silva Hernández y familia, no desistieron en tratar de hacer que el niño caminara, mientras los médicos le decían que el niño no caminaría nunca, ella insistentemente y con fe en la mejoría de su niño lo llevaba al ortopédico y otros especialistas, a tantos reclamos de ella, le resolvieron unos aparatos ortopédicos para el niño, con el empeño y la fe de ella, su familia y vecinos, el niño Onay comenzó a caminar exactamente a los 3 años y medio, con un milagro de Dios por lo mucho que ella le pidió, como así declara ella misma.
A los 3 años la mamá le preguntó a la doctora del Consultorio del Médico de la Familia, si el niño llevaba una dieta especial, ella dijo que sí, y que había que consultarlo con la pediatra que es la especialista que aprueba las dietas. Poco tiempo después, al hablar Doraine con la pediatra, esta le respondió que el niño no merecía asistencia en una “dieta alimenticia especial» porque no estaba encamado; cuando en aquel entonces el niño no caminaba todavía.
Actualmente, a los 7 años cumplidos por el niño Onay, las autoridades le suspendieron la leche y la pequeña porción de carne que le daban por la libreta de abastecimiento, que era con lo que el niño se sostenía mayormente. Le retiraron esa poca ayuda como a los demás niños, sin tener en cuenta que Onay tiene sus dificultades. Del gobierno no han visto nada, ahora para colmo le quitan la leche y la carne, es un abuso con ese inocente, es un crimen porque ese niño está enfermo y es discapacitado de por vida, ni siquiera le dan una dieta alimenticia especializada.
El hecho que el niño camine un poco, no deje de ser un limitado, pues continúa con grandes dificultades para caminar, con lo cual tendrá que convivir toda su vida, a pesar de ello el gobierno y las instancias pertinentes no han tenido la responsabilidad de darle una asistencia como debe ser, como se le debe dar a las personas que presentan esos padecimientos y esas limitaciones de por vida como es el caso del niño Onay Daniel Machado Silva.
El gobierno cubano siempre ha presumido ser uno de los que más atenciones da a las personas necesitadas, pero este caso de un niño discapacitado que ha sido poco atendido por el propio gobierno y que además en estos días le retiró la eche y la carne por haber cumplido los 7 años de edad, mientras padece de una discapacidad de por vida, este hecho pone al desnudo la verdadera situación en Cuba. Hacemos un reclamo al gobierno para que el niño Onay Daniel Machado Silva sea asistido de inmediato y con urgencia para su beneficio y bienestar como lo que es, una personita incapacitada necesitada de asistencia.
Exigimos el gobierno que se responsabilice con este caso y brinde toda la asistencia necesaria para esta madre y para su hijo.
Cubano no te calles, reclama tus derechos
Por: Jesús Silva, Zaray Fernández, Yoandy Semino e Idita Silva. Miembros del CID y defensores del pueblo en Briones Montoto, Pinar del Río, Cuba.
Artículo de La Nueva República
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