En nuestra provincia Granma la pandemia que ha hecho mucho daño en el mundo no nos ha afectado tanto en cuanto a salud, lo que sí ha dejado es a un pueblo muriéndose de hambre pues el gobierno no ha sido capaz de cubrir las necesidades de alimentación. Se pasan los días enteros en los noticieros diciendo mentiras: que el gobierno prioriza, que el gobierno hace. Pero cuando los cubanos salen a las calles a buscar comida y productos de primera necesidad para su propia higiene y la de su familia en las tiendas no hay nada y cuando sacan un poquito para vender tienen que enfrentarse a interminables colas a ver si les toca algo o cuando llegue su turno ya no hay nada.
Video por Oscar Pupo Cruz, delegado del CID en Velasco
El pueblo es el único que tiene que pasar por la angustia y el riego de buscar día a día como alimentarse y mantenerse limpio porque los médicos y los dirigentes no tienen ese problema. Lo que le quitan al pueblo se lo reparten entre ellos en módulos grandísimos, llenos de comida y de artículos de primera necesidad. Se entiende que un médico trabaja para el bienestar y la salud del pueblo pero en Cuba son parte de la clase privilegiada y corrupta de los dirigentes. Hasta “la primera combatiente” del castrismo, Lis Cuesta, esposa del títere Díaz Canel, andaba de viaje de turismo por España visitando las tiendas de lujo.
¿Por qué no hay comida en Cuba? Porque aplastan a los campesinos, porque los explotan, los multan y los obligan a venderle al gobierno sus cosechas a precios que a veces no cubren ni sus costos. Porque los burócratas en su ineptitud no transportan a tiempo lo que les quitan a los campesinos o porque parte de eso se queda en sus manos para negociarlo. ¿Por qué no hay comida en Cuba? Porque ya no pueden seguir saqueando a Venezuela a manos llenas, ahora tienen que hacerlo con muchas más limitaciones. ¿Por qué no hay comida en Cuba? Porque no hay turismo y no hay dólares y las remesas de los cubanos en el exterior no son las mismas. ¿Por qué no hay comida en Cuba? Porque hay que mantener a un ejército listo para aplastarnos si protestamos, una inseguridad del estado que nos vigila y reprime y una clase dominante que vive como millonarios.
Por Manuel Rogelio Rey Carvajal, delegado del CID en Bayamo
La Nueva República
Deja tu comentario