
Huber Matos: El Comandante de la Libertad
Les hablamos desde la Cuba que sueña y que lucha. Desde la Cuba que resiste en las calles, en el pensamiento, en el exilio, y también —cada vez más— en los corazones y conciencias de muchos de ustedes.
Sabemos que no todos los que visten un uniforme, ocupan una oficina estatal o repiten discursos oficiales lo hacen por convicción. Algunos lo hacen por miedo. Otros por costumbre. Muchos, por falta de opciones. Pero también sabemos que hay quienes, desde dentro del sistema, comienzan a abrir los ojos. Y a todos ustedes queremos decirles algo claro y firme:
No están solos. Y no es tarde.
Hoy, 20 de abril de 2025, en medio de la Pascua de Resurrección y la conmemoración de la libertad, les extendemos la mano. Porque la nueva Cuba que nace tendrá espacio para todos, sin exclusiones, sin revanchas, sin odios.
El comandante Huber Matos, fundador del Partido Cuba Independiente y Democrática (CID), fue uno de los primeros en dar ese paso. Luchó y se sacrificó por una revolución que prometía justicia y libertad, pero cuando vio el giro hacia el totalitarismo, tuvo el coraje de decir “hasta aquí”. Por eso fue perseguido, calumniado, encarcelado durante 20 años.
Aun así, nunca pidió venganza. Nunca negó el derecho del otro a cambiar. Creyó, hasta el último día de su vida, en la reconciliación entre cubanos, en la posibilidad de una República plural, con libertad de pensamiento y dignidad para todos.
Inspirados en su ejemplo y en el proyecto del CID, proclamamos que La Nueva República:
No perseguirá a quien haya servido al régimen, si decide servir ahora al pueblo.
Reconocerá como mérito el acto de cambiar, de ayudar a reconstruir la patria desde la verdad.
Garantizará el debido proceso, el respeto a los derechos humanos y el fin de toda discriminación ideológica.
La nueva Constitución consagrará la igualdad ante la ley, la libertad de asociación, la libre expresión, y el derecho de cada cubano a entrar y salir del país sin restricciones.
No les pedimos que se humillen. Les pedimos que se liberen. Que no teman mirar al futuro con nuevos ojos. Que piensen en sus hijos. En su conciencia. En la historia.
Porque la patria que se reconstruirá no negará a nadie. No se fundará sobre la venganza, sino sobre la justicia y el perdón.
Y como enseñan las tradiciones de esta época del año, cristianas y judías por igual, siempre hay tiempo para volver. Para rectificar. Para regresar al bien.
La nueva Cuba necesita de todos.
Y ustedes también caben.
Con respeto, sin odio.
Con esperanza, sin ingenuidad.
Con amor a Cuba y fe en los cubanos,
Cuba Independiente y Democrática (CID)
Patria, Pueblo y Libertad
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