No vamos a permitir ninguna provocación y están todas las medidas tomadas...

La camarilla de cómplices de la dictadura celebran el anuncio de la sede a la provincia. Todos gorditos por bien alimentados

Pinar del Río, julio 17. Represores del régimen amenazan a miembros del CID para evitar cualquier protesta en contra de las actividades del 26 de julio debido a que la provincia ha sido escogida como la sede de esa celebración. A partir del miércoles 12 varios directivos y activistas del CID han sido visitados por integrantes de las organizaciones de la dictadura (PCC, UJC, CDR y FMC) que los han advertido de que: “no vamos a permitir ninguna provocación y están todas las medidas tomadas para que no ocurra ningún incidente desagradable”.

Entre los amenazados se encuentran Rolando Pupo Carralero, Coordinador de la Región Occidental, sus dos hermanos Yusniel y Yordan y Roberto Blanco Gil, Presidente del Comité Contra los Malos Tratos, quien además de visitarlo en su casa, lo retuvo en plena vía pública en la mañana del sábado 15 el oficial de la inseguridad del estado Juan Pérez, quien le aseguró que su casa estaba vigilada las 24 horas del dίa y no iban a permitir ningún movimiento. Leodán Suarez Quiñones delegado del CID en el municipio San Juan y Martínez y Osmani Miranda Prieto, activista, también fueron advertidos por el oficial Juan Pérez el día 12.

Estas no han sido las únicas medidas tomadas la dictadura, han recogido las armas de fuego que se encuentran en manos de algunas personas que tienen licencia para cazar, como escopetas de cartuchos y rifles 22. En los centros de trabajos han movilizado a todos los que pertenecen a las brigadas de respuestas rápidas y se observa numerosa presencia de militares vestidos de civil y efectivos de la policía en la vía pública.

Pinar del Río es sede de la celebración del 26 de julio y los represores temen cualquier incidente que saque al descubierto el descontento y el rechazo popular que existe en la provincia contra el régimen y en contra de la decisión de otorgarle la sede a una provincia donde todo marcha muy mal.