Nosotros, somos el peligro, la fuerza y los dueños absolutos de nuestra soberanía…

Por |2019-07-23T10:00:40-06:0023 julio, 2019|CID, La Nueva República, Opinión|1 comentario

En Cuba, los días pasan de dos en dos. Cada día representa el día natural y otro día más. Los días naturales se agrupan hasta completar el ciclo de un año más. El “otro día más” es el capital frustrante de un año menos.  El tiempo, como concepto asociado a la productividad de una vida con propósito, se nos acaba, se nos diluye, como otra víctima más de las interminables fugas que nunca han conseguido realizar un efectivo escape.  Somos carne de noticiero. Materia prima desechable de las redes sociales. Somos el centro de atención de las ambigüedades: valientes-cobardes, inteligentes-mediocres, soñadores-realistas, el obligo del mundo. . . y el culo de la especie humana.  En realidad somos el peligro, la fuerza, la eficacia y los dueños absolutos de nuestra soberanía. Solo tenemos que empezar a creerlo.

 

Pero lo más triste, de ese falso determinismo que se empeña en hacernos creer que estamos marcados por un destino macabro, es que el peor enemigo de nuestro avance y desarrollo es nuestra vanidad. Y los que viven asustados de nuestra extraordinaria capacidad para sobrevivir y multiplicar nuestras defensas recurren al halago fácil y los regalos baratos. Y siempre funciona.

 

En Latinoamérica somos temidos y admirados. En Europa somos observados con interés y desconfianza. En Norteamérica contaminamos su cultura con el atractivo de nuestro encanto de gigoló. Y el resto del mundo, cuando trata de evaluar las posibilidades del cubano, cruza los dedos.

 

Somos, sin duda, una especie rara y complicada que no puede ser definida y limitada por ninguna definición científica ni conceptual. El único problema es que escuchamos demasiado a los demás y todo lo esperamos de los otros.

 

Y hemos pasado demasiado tiempo creyendo que tenemos miedo porque los que nos gobiernan son poderosos, cuando la realidad es que el miedo siempre ha estado al lado del poder. Nosotros, somos el peligro, la fuerza, la eficacia y los dueños absolutos de nuestra soberanía. Solo tenemos que empezar a creerlo.

 

Por Ernesto Aquino

Artículo de La Nueva República 250-B

Biblioteca de La Nueva República

Un comentario

  1. Pancho 24 julio, 2019 en 3:51 am - Responder

    Ernesto, como siempre, tu nos obligas a pensar y mirarnos como en un espejo de nuestro dramático presente. ¡Gracias, amigo y hermano, tus ideas nos estimulan y sostienen nuestra lucha!

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