En la fábrica de galletas La Palma, en Palma Soriano, se utilizó carbonato de sodio, que se usa en los centrales de azúcar para limpiar las tuberías, en lugar de bicarbonato de sodio que se mezcla en la levadura de las galletas. Como resultado se perdieron ocho toneladas de galletas que estaban destinadas a Moa y las Tunas.
Las galletas fueron sacadas de la fábrica a un almacén de fideos y espaguetis para luego mandarlas al porcino de Yarayabo donde hay un molino. El que compró el producto es José Antonio Ramírez, director de a UB de Palma, muchos de los empleados creen que esto fue un negocio de él.
Todos los obreros de las fábricas de galletas y las de fideo y espagueti quieren que sancionen al director pero la seguridad del estado lo está encubriendo como hicieron con Francisco Feria que estuvo trabajando en la cría de porcinos, se robó varias toneladas de pienso y no le pasó nada.
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